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Lo que Sofía Vergara aprendió de sus parejas: El dinero importa

Lo que Sofía Vergara aprendió de sus parejas: El dinero importa

Sofía Vergara, bien conocida por su papel en “Modern Family”, compartió sus opiniones sobre lo que espera de una pareja. Fue durante una reciente aparición en el programa Today. La actriz, de 52 años, dejó claro que de su experiencia personal extrajo una perspectiva particularmente pragmática sobre las relaciones amorosas.

En sus declaraciones, dijo que salir con una persona que no iguale o supere su éxito financiero podría llevar a situaciones incómodas que ella prefiere evitar.

Para Sofía Vergara, la estabilidad económica y la igualdad en esta área son vitales, pues ayudan a prevenir conflictos relacionados con el resentimiento. 

“Quiero a alguien que tenga tanto dinero como yo o más”, dijo.

Vergara estuvo casada dos veces, y estas experiencias parecen haber influido en su postura actual. Su segundo matrimonio con el actor Joe Manganiello concluyó en 2023, tras siete años de unión. Antes de Manganiello, su primer esposo fue Joe González. Estos matrimonios le enseñaron que las diferencias económicas pueden jugar un papel importante en la dinámica de pareja, y posiblemente en su desenlace.

No solo son cuestiones de poder y control lo que está en juego, sino también la necesidad de asegurarse de que cada socio se sienta valorado y respetado fuera de las contribuciones económicas.

Además, el valor que Vergara atribuye a la diversión y a la atracción física muestra un enfoque equilibrado que también aprecia otros aspectos menos tangibles pero igualmente significativos en una relación.

Impacto de la disparidad de ingresos en las relaciones

Las aseveraciones de Sofía Vergara acerca de las parejas con diferencias en ingresos encontraron eco en el ámbito profesional, donde psicólogos y terapeutas destacaron a Business Insider cómo estas diferencias pueden influir en la dinámica de una relación.

La psicóloga especializada en riqueza, Lami Ronit, observó que las mujeres, en especial las que ganan más, suelen enfrentar un complejo desafío social y cultural.

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A menudo, se espera que las mujeres exitosas mantengan su éxito dentro de ciertos límites que no desafíen los roles de género tradicionales, creando un entorno donde deben manejar cuidadosamente sus logros para mantener una estabilidad en la relación.

Ronit y otros expertos afirmaron que, cuando el rol tradicional de proveedor masculino se invierte, las tensiones pueden incrementarse, pues ambos sexos se enfrentan a un dilema personal y social. Los hombres pueden sentir una pérdida de competencia y autoestima, y las mujeres, que deben minimizar sus éxitos para no arriesgar la relación.

La afirmación de Matt Lundquist sobre el rol del dinero en los conflictos de pareja es particularmente notable, subrayando que, aunque el dinero puede proporcionar seguridad, también puede ser fuente de discusión e insatisfacción, especialmente cuando uno de los socios percibe que está aportando más valor a la relación debido a sus ingresos.

Dana McNeil agregó que esta disparidad puede llevar a una dinámica no deseada, donde el socio económicamente dependiente puede sentir una pérdida de autonomía y libertad al depender del otro para compras o decisiones financieras. Esto puede erosionar el respeto mutuo y la igualdad percibida dentro de la relación, algo que es esencial para su salud y longevidad.

Manejo de la disparidad financiera en las parejas

Para contrarrestar los problemas potenciales derivados de las diferencias económicas, algunos especialistas sugieren métodos prácticos y equitativos en el manejo del dinero en pareja.

Lami Ronit recomendó que las contribuciones a los gastos compartidos se basen en un porcentaje del ingreso de cada socio, en lugar de un monto fijo, lo que ayuda a abordar las disparidades de ingresos de manera justa.

Este enfoque permite que ambos socios se sientan igualmente valorados y comprometidos, sin estar sobrecargados financieramente.

Dana McNeil aboga por la creación de cuentas separadas personales y una cuenta conjunta para cubrir los gastos comunes. Esta separación no solo previene el desequilibrio financiero, sino que también proporciona a cada individuo un sentido de control e independencia sobre su propio dinero. Tal estructura financiera fomenta una mayor transparencia y equidad al gestionar los ingresos y gastos familiares.

La creación de una infraestructura financiera clara y el establecer diálogos abiertos sobre dinero desde el comienzo de la relación son pasos recomendados por Matt Lundquist. Además, explicó que las parejas deben abordar tanto los aspectos materiales como los emocionales relacionados con el dinero.

Al tratar estos temas complejos de manera temprana y continuar abordándolos a lo largo de la relación, las parejas pueden construir un entendimiento mutuo de expectativas y roles, uniendo así sus esfuerzos para evitar malentendidos y resentimientos económicos en el futuro.

Fuente Infobae