La discoteca Jet Set celebró el lunes pasado sus 50 años de creación ocupando el sitial como el principal establecimiento de entretenimiento del país y del área del Caribe.

A lo largo de 50 años muchas han sido las empresas del entretenimiento que hemos visto surgir y desaparecer.

Locales que en su momento han logrado popularidad, y se han puesto de moda, que sin embargo no han resistido las inclemencias de los cambios de gustos y preferencias de un público veleidoso, que con frecuencia se adentra a la búsqueda de novedades en materia de entretenimiento.

Jet Set desde su creación, (en principio como restaurante y discoteca), con doña Grecia López a la cabeza, y de su hijo Antonio Espaillat gerenciando la empresa, se ha convertido en la casa de nuestra música por decenas de años, convirtiéndose en el local de referencia para los intérpretes y ejecutantes de la música tropical.

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La popularidad de las orquestas de salsa, bachata, merengue y de los ejecutantes de la música urbana, se mide a partir de si pueden entrar a la cartelera de Jet Set.

Se trata de un negocio de familia en constante renovación, equipado con tecnología de punta, en sonido, iluminación, decoración, y línea gráfica, en procura de satisfacer las exigencias de las nuevas tendencias, cuidado con empeño y celo, alejado de situaciones indeseadas, de esas que con frecuencia se producen en los establecimientos de entretenimiento.

Ahí radica el secreto de Jet Set. Sus dueños no solo se preocupan por mantener el local de entretenimiento como el más atractivo y moderno del país, sino que también como un lugar de respeto, donde la gente encuentra seguridad en el disfrute del solaz y esparcimiento .

Vaya nuestro reconocimiento para los sustentadores de este negocio de familia, que muy bien ha recibido la distinción de entidades como el Ministerio de Cultura, que le otorgó una placa resaltando y distinguiendo su años como la gran casa de proyección y disfrute de nuestra música.

Por: Joseph Caceres