Los árboles regulan el ciclo hidrológico, producen oxígeno y limpian la atmósfera de CO2, mitigando así el cambio climático. Además, nos proveen de alimento, medicinas, combustible, fibras y materiales de construcción.
¿Qué sería de la Tierra sin árboles? Los árboles llevan unos 380 millones de años existiendo y han contribuido a crear el mundo tal y como los conocemos. Son los pulmones del planeta, pues generan el oxígeno que necesitamos para respirar.
Son también la mejor defensa contra el cambio climático, pues acumulan en su tejidos el carbono, retirando el CO2 de la atmósfera y reduciendo así el efecto invernadero que provoca este gas.
Los árboles son una de las maravillas que la evolución biológica ha proporcionado al planeta.
Una perfecta maquinaria ambiental que ofrece funciones variadas y extraordinarias y permite que la vida crezca y se desarrolle a su alrededor.
Según afirma la FAO en un comunicado publicado a principio de este año, desde el 1990 el mundo ha perdido 420 millones de hectáreas de bosques, una superficie que supera el tamaño de la India, mientras la deforestación continúa, con la tala de alrededor de 10 millones de hectáreas por año.
Los bosques saludables ayudan a controlar el calentamiento global, dado que los bosques contienen 662.000 millones de toneladas de carbono, que es más de la mitad de la reserva mundial de carbono de los suelos y la vegetación.
Asimismo, los bosques y los árboles también contribuyen a amortiguar la exposición al calor y a los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático, que representan un gran desafío para la salud mundial, señala la ONU.
En el mundo existen unas 64.000 especies de árboles, según un inventario internacional liderado por la Universidad de Bolonia y publicado en la revista PNAS en 2022.
Además, los investigadores señalan que deben quedar todavía por describir unas 9.000 especies más, la mayor parte de ellas localizadas en las selvas tropicales y ecuatoriales, que por su dimensión e inaccesibilidad no han sido todavía bien estudiadas.
Los árboles también ayudan a recargar los acuíferos, capturando y almacenando el agua de lluvia. Además, su sombra reduce la evaporación del agua en los cuerpos hídricos cercanos y por eso son vitales para mantener los ecosistemas acuáticos saludables.