Aquí la mayoría de los merengueros tradicionales son multimillonarios.

Han logrado con la música sustentarse en una posición económica envidiable, si hablamos de Fernando Villalona, Héctor Acosta, Rafa Rosario, Eddy Herrera, Sergio Vargas, y por supuesto, Wilfrido Vargas.

Este último, solo con la venta de su emisora de radio Kiss 95 (3.5 millones de dólares) al grupo Telemicro, tiene para reírse por un buen tiempo.

Y ni hablar de Juan Luis Guerra, con una loma de dinero en ingresos que no la brinca un chivo. En estos momentos de gira por España.

En bachata, mejor ni hablar, de un Antony Santos que cobra 250 mil dólares por actuación.

Que si no lo contratan, él mismo organiza la fiesta, cobrando muebles y mesas en “special guest” por 300 mil pesos, dominio de la cantina y hasta el cobro del área del parqueo.

Romeo Santos no reside aquí, pero también es una maquinaria artística talentosa de hacer dinero. Más que muchas figuras internacionales.

Y en la salsa, el más caro, de los nuestros, es Yiyo Sarante. Intenten contratarlo para que vean si “es chicle que mastica la chiva”.

Y los demás, que no incluyo en esta lista, están todos bien… en el plano B.

No niego, al decir esto, que siempre habrá los que esperan ayudas, donaciones y colectas para pagar sus funerales.