Opinión

Luis de León

Luis de León

POR: Domingo Porfirio Rojas Nina
rojasninasc@hotmail.com

 

El viceministro de Educación, licenciado Luis de León, es un personaje admirado, distinguido y respetado y es uno de los ciudadanos más honestos, cultos y capaces que tiene hoy nuestra República de tormentos y ensueños. Educador por antonomasia, hombre de luces y visión emprendedora, nacido en las siempre gloriosas tierras de Monte Cristi, bastión del patriotismo, la libertad y el pundonor de sus ciudadanos y ciudadanas desde donde partieron a la liberación de Cuba, los paladines José Martí y Máximo Gómez.

El licenciado Luis de León representa, especialmente en estos momentos donde tantos y tantos hombres pierden su dignidad por la sed al dinero y riquezas mal habidas y los valores que son inmutables se extinguieron, el señor viceministro educativo, es una de las grandes reservas éticas y morales que tiene el país. Historiador, escritor, orador de ingentes quilates, graduado con honores en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, pertenece a diferentes instituciones cívicas, patrióticas, sociales, educativas, humanista, buen familiar, amigo consecuente con todos y el personal que le acompaña, fiel a sus creencias y principios que proclama.

Lector por excelencia de enciclopedias, libros, volúmenes, revistas, periódicos, biografías, visitante asiduo a la iglesia católica para a nutrirse más sobre la vida y obra redentora de Cristo Jesús, Luis puede enarbolar las frases de Madame D Espinay: “No hay satisfacción comparable a aquella de hacer feliz a su prójimo”.
Portador de la antorcha de la probidad pública y social, el trabajo, la misión educativa que sustenta como un apostolado, inteligente y persuasivo, ha sabido vencer obstáculos y tempestades como defensor acérrimo de la nacionalidad, la verdad, las causas nobles y el sentimiento del espíritu.

Recto y firme en sus convicciones y propósitos, el licenciado Luis de León, ha prestigiado y enaltecido al Ministerio de Educación y a la digna clase que se honra en pertenecer y a la Patria de todos. Pienso que ya es tiempo, ante la indiferencia y apatía de tantos, de dar a conocer a la nación, los hombres y mujeres serios, honrados del ayer y del hoy, y así despertar y levantarnos contra las decepciones, pesadillas y la inmoralidad.

El licenciado Luis de León, merece un justiciero estímulo del presente gobierno Constitucional, por su límpida conducta y trayectoria patriótica.

Víctor Hugo decía que la grandeza de un pueblo, no se mide por el número, como la grandeza de un hombre por su tamaño; Su medida es la cantidad de inteligencia y las virtudes que posee.

El Nacional

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