Apenas horas después de convocar una protesta para reclamar la devolución de 17 mil millones de pesos acumulados por concepto de los dos pesos con que se grava el galón de gasolina para renovar la flotilla de vehículos del transporte de pasajeros, la Federación de Transporte la Nueva Opción (Fenatrano) decidió suspenderla para negociar con el Gobierno. Por muchas razones, la decisión fue sensata e inteligente.
Tal parece que el interés de Juan Hubieres era hacerse sentir, pues sabe que el Gobierno no tiene recursos para hacer el desembolso.
Pero con el rancho ardiendo como está una protesta de los transportistas tensaría más la atmósfera. Lo más probable es que en las condiciones en que están, los transportistas se conformen con la misma asistencia que se ha dado a diferentes sectores para compensar su inactividad o baja producción.
Con las restricciones sanitarias y el toque de queda los choferes de carros de pasajeros no la están pasando bien.
No se sabe si los conductores han sido incluidos en los programas de asistencia social. Hubieres quiso con su revocada protesta llamar la atención del Gobierno. Y lo consiguió.