Cójanlo Página Dos

Ministerio absurdo

Ministerio absurdo

Diputado Ramón Ceballos

Los más de 2.8 millones de dominicanos que residen en el exterior han sido con sus remesas un pulmón para la economía.

En reconocimiento a sus servicios, pero también en apoyo a sus necesidades e integración con el país se les han asignado curules legislativas y creado oficinas en el exterior.

Pero los congresistas de la llamada diáspora pierden las perspectivas con el proyecto del diputado Ramón Ceballos para la creación de un Ministerio del Dominicano en el Exterior.

La entidad, según el proyecto, sería el encargado de la aplicación y coordinación de la política del Estado dominicano trazada por el presidente de la República.

Algo así como una especie de cancillería paralela. Para fomentar la cultura, la identidad y la integración de la comunidad dominicana en el exterior no hay la menor necesidad de crear un ministerio.

La oficina que existe con ese propósito es suficiente. Los legisladores de la diáspora deben guiarse por la administración política de los países donde residen, en los que se apuesta más a la eficiencia que a la dispersión de recursos y el clientelismo.

El Ministerio del Dominicano en el Exterior es un absurdo que merece ser rechazado.

El Nacional

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