Opinión

Muertos en campaña

Muertos en campaña

Orlando Gome

Faltando menos de 4 meses para las elecciones, el país se prepara para el inicio de una campaña política que luce que podría ser intensa. Justo en estos momentos y por el tiempo que resta hasta el 15 de mayo, todos los candidatos deberían unirse bajo una voz para llamar a la tranquilidad y tolerancia de su militancia para evitar que el ciclo electoral siga siendo empañado por hechos violentos con muertes y heridos a los que estamos acostumbrados.

Los muertos de campaña de nuestro país solo terminan engrosando estadísticas, sus nombres olvidados y en la mayoría de las ocasiones sin que sus muertes hayan recibido ningún tipo de justicia. Muy pocos recuerdan a un Antonio Peña Ramos o a Epifanio Grullón Peña, ambos asesinados en las elecciones del 2012, de hecho ya no muchos recuerdan a Gerald Pérez o Erasme Medina Espinal muertos el mes pasado.

Lo penoso es que mientras los hechos de violencia sean parte “ordinaria” de las campañas políticas dominicanas, y los muertos y heridos se acumulan dentro de las bases de los partidos, el liderazgo de estos, que en términos personales siempre tiende a conservar relaciones de cordialidad y en muchos casos de amistad con sus rivales políticos, no ha podido incidir de forma definitiva para que se reduzcan o completamente erradiquen los actos violentos.

La militancia política de a pie que asiste a los mítines, bandereos o que dan apoyo logístico a los candidatos no han aprendido que con la violencia los únicos pendejos que terminan muertos, heridos o discapacitados son ellos y sus familias las que terminan arruinadas, mientras el mundo segue su curso sin ellos que solo pasan a figurar en estadísticas, si es que alguien acaso se digna en llevarlas.

Sí, entiendo que es responsabilidad de la alta dirigencia política el imponer sobre sus seguidores el respeto, orden y tolerancia que lleve a reducir los actos de violencia; pero también debe ser tarea de la opinión pública, la sociedad civil y toda la sociedad en general el fiscalizar que los dominicanos podamos vivir una campaña de paz.

El mundo no terminará el 15 de mayo del 2016, ni ningún voto o elección vale la pena la vida de una persona, empecemos a valorar el deseo nacional de vivir en una sociedad civilizada y aprendamos a manejar nuestras diferencias con respeto y sin violencia, al menos eso le debemos todos los dominicanos a las docenas de nuestros compatriotas que han muerto en campañas electorales a lo largo de nuestra muy breve historia en democracia.

El Nacional

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