Eres abanderado del trabajo, el esfuerzo y las luchas tesoneras por un nuevo despertar, grandeza y progreso de nuestro heroico pueblo de San Cristóbal, digno de mejores augurios. Y cuando la bandera de nuestra comunidad se había cernido sobre tus manos, nubarrones negros y tempestuosos entorpecen por un tiempo el inicio de tu obra, salpicando de luto, dolor lágrimas y lamentos a todos nuestros queridos compueblanos, entidades, instituciones y el modo de vida de accionar de la mayoría de sus diversas actividades en todos las ordenes y circunstancias.
Eres idealista, inteligente, emprendedor y valiente y con la fe en Dios que no te faltará, así de ciudadanos y ciudadanas sensatos, no solo de San Cristóbal, sino de otras localidades, nuestra municipalidad habrá de volver a reconquistar el imperio de su grandeza y los lauros de su historia.
Me solidarizo con tus pronunciamientos, desvelos y los afanes que vienes desplegando ante la pavorosa tragedia del Ayuntamiento de San Cristóbal, sus empleados, obreros y el pueblo en general.
Solo Dios ofrece al hombre la fuerza necesaria para soportar los vaivenes y las injusticias.
No te detengas, luchar del hombre es el destino y al que lucha con fe ardiente, como tú, le dará la gloria su laurel divino.
Es tiempo de una auténtica unidad de los que sentimos y verdaderamente amamos a San Cristóbal y tu puedes lograr esta gran tarea. ¡Inténtalo! No desmayes.
Tratas de convocar hombres y mujeres que tú bien conoces de ideas firmes y probada vocación para nuestro pueblo. Que expongan pocas teorías y si el pragmatismo como consigna.
Enarbolas tu sapiencia y probada capacidad. Tienes el timbre de la honestidad, dignidad, esfuerzo, sacrificio y entereza moral.
Apelas también a los sancristobalenses que viven en el extranjero, pues la mayoría es fuente de trabajo y el esfuerzo tesonero; así a los que residen en Santo Domingo y en otras partes del país. No te detengas.
Continúa tus esfuerzos, jamás dejes avasallarte. Reclamas pero no mendigues, manteniendo siempre el honor y el ideario de San Cristóbal.
Si lo estimas de lugar, solicitas un préstamo al Banco de Reservas u otra entidad para empezar a atenuar las prioritarias necesidades del pueblo que subyace entre la miseria, el espanto y la solución a sus principales y urgentes necesidades y asi para el pago de sus sueldos, especialmente en las navidades.
Tratar de lograr que INESPRE instale por un tiempo, puestos de venta de alimentos a bajo costo y donaciones de libros, mascotas y bultos para estudiantes humildes y necesitados.
Las lágrimas son la sangre del alma y cada una de ellas enseña a los mortales una verdad, decía San Agustín.
¡Nelson Guillén!, hermano espiritual, escribo estas inquietudes sin retórica ni sofismos y lo hago con la inspiración de Serafín y Joaquín Álvarez Quintero: ¨Amigo de los amigos, Eres amigo y maestro, Compañero en las vigilias, En la pereza aguijón; En la soledad recreo y en los caminos mentor¨.
Estamos a tu disposición, Dios ilumine tus pasos.