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Órganos fosforados

Órganos fosforados

Rafael Emilio Bello Diaz

La Organización Mundial de Salud ha calculado que alrededor de 20.000 personas mueren anualmente como consecuencia de la exposición a insecticidas, sin embargo, esas sustancias químicas también protegen la producción, las ganancias y la salud pública.

Se ha demostrado que algunos insecticidas han devastado poblaciones de enemigos naturales en algunos sistemas. Los insecticidas organoclorados son compuestos carbocíclicos o heterocíclicos de peso molecular entre 291 y 545 que actúan como insecticidas de ingestión y de contacto.

Son los primeros insecticidas químicos orgánicos que se utilizaron de forma masiva a escala internacional, pero su uso se ha visto restringido en los países desarrollados tras comprobarse su capacidad de bioacumulación y persistencia ambiental. Los problemas causados son: presencia de residuos en alimentos, tejidos humanos y animales y su potencialidad cancerogénica y mutagénica. Todos ellos se absorben por la piel, vías respiratoria y digestiva.

Los organofosforados. Son muy tóxicos y liposolubles, su fórmula general deriva del ácido fosfórico. Pertenecen a diferentes familias. Su mecanismo tóxico es la inhibición de la acetilcolinesterasa, que da lugar a acumulación de acetilcolina en los tejidos. La acetilcolina es el mediador químico responsable de la transmisión fisiológica del impulso nervioso de las neuronas, las fibras, los nervios motores, algunas terminaciones nerviosas en el sistema nervioso central.

Las intoxicaciones agudas más graves se presentan comúnmente en ingestiones suicidas o accidentales.
Efectos que pueden causar en las personas: Efectos agudos previstos: Náuseas, salivación, vómitos, diarrea. Sistemas/efectos más importantes: Dosis de mayores en piel: pueden provocar irritación, edemas y sequedad en la piel, por sobreexposición puede causar temblores e hipersensibilidad, por inhalación puede ocurrir irritación en las vías respiratorias.

La intoxicación puede provocar: Síntomas Neurológicos: depresión, ansiedad, confusión, arreflexia, ataxia, convulsión y coma. Síntomas Nicotínicos: taquicardia, hipertensión, midriasis, fasiculaciones, calambres y debilidad muscular. Parálisis respiratoria. Síntomas Muscarínicos: bradicardia, broncoespasmo, broncorrea, sialorrea, sudoración, lagrimeo, vómitos, diarrea, miosis e incontinencia.

Se necesita un registro y una supervision estricta por las autoridades competentes para fumigaciones con plaguicidas, así como los permisos adecuados, en las proximidades de escuelas, hospitales y viviendas de personas.

Por: Rafael Emilio Bello Diaz
rafaelemiliobellodiaz@gmail.com

El Nacional

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