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ORTO-ESCRITURA

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Otras  terminaciones para el diminutivo

RAFAEL PRALTA ROMERO

rafaelperaltar@gmail.com

Las terminaciones -ico e -illo en los diminutivos funcionan de la misma manera que -ito y su uso depende más de las preferencias regionales que del contexto lingüístico. Los dominicanos, por ejemplo, hacemos el diminutivo en –ico para las palabras cuya última sílaba es -ta o –to.

Ejemplos: puerta, bota, pato, zapato, rato, rata, batata, bata, bicicleta, potro, que en otros países su diminutivos sería : puertecita o puertita, botita, patito, zapatito, ratito, batatita, batita, potrito o potrillo, entre nosotros son: puertica, botica, patico, zapatico, ratico, batatica, batica, bicicletica y potrico.

Lo que será difícil es que los dominicanos digamos borrico (y no burrito), perrico (y no perrito).

NO crea nadie que /cántico/ es diminutivo de canto. El Diccionario señala que se origina del latín: canticum. Y define a este sustantivo como “Cada una de las composiciones poéticas de los libros sagrados y los litúrgicos en que sublime o arrebatadamente se dan gracias o tributan alabanzas a Dios…”

Un texto consultado dice que en algunos países, particularmente Colombia y Cuba, las terminaciones -tito/-tita se cambian por –tico/-tica: zapato/zapatico (lo prefieren a zapatito). Para esos autores la República Dominicana no existe.

El sufijo –illo, -illa no es común en el habla de los dominicanos. Sin embargo, empleamos algunas palabras en diminutivos que nos parecen muy naturales, como palillo (de palo), pajilla (paja), manecilla (mano), perilla (pera), camilla (cama) y molinillo (molino), varilla (vara).

En nuestro uso, estos sustantivos han venido perdiendo el auténtico valor diminutivo. Muy diferente a decir, por ejemplo, arbolillo, librillo, guapillo, mentirosilla o problemilla, como se suele oír a los españoles.

En los nombres de árboles y plantas es común el empleo de sustantivos terminados en –illa o –illo, sin que funcionen exactamente como diminutivos: manzanilla, vainilla, canelilla…

Entre despectivo

y diminutivo

Algunas terminaciones forman diminutivo, con la intención de disminuir a la persona o cosa de la que se habla.

Ejemplo: -ucho/-ucha es despectivo. Casa (casucha)/ flaco (flacucha)/ periódico (periodicucho).

En cambio, -ín/ina: es afectivo, cariñoso. Pequeñín/pequeñina. Aplicado a nombres de personas tenemos: Rafaelín, Miguelín. Con el femenino se trueca en nombres que ni advertimos que son diminutivos: Alejandrina, Miguelina, Rafaelina.

La terminación -uelo/uela: Afectiva y despectiva. Funciona como diminutivo en palabras como arroyuelo, ovejuela, riachuelo. A veces toma las formas -ecezuelo, -ezuelo, -zuelo. Piecezuelo, pecezuelo, jovenzuelo. En otros casos estos sufijos tienen valor despectivo. Ejemplo: Mujerzuela, escritorzuelo. En otras se ha perdido todo valor diminutivo: pañuelo..

Son despectivas las terminaciones -ete/-eta: viejo/vejete, regordete, calvete, amiguete. Muchas palabras han perdido esos valores. Algunos vocablos surgidos de estos sufijos ya perdieron el valor de diminutivos, como peseta y juguete.

El sufijo -uco/-uca es despectivo (perro/perruco).

Para terminar, anotamos que algunas palabras no tienen diminutivo, como: edad, libertad, bondad, odio. Y no deberían tener, pero se le buscan diminutivos, palabras como año, mes, semana. Pero…

 

El Nacional

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