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ORTO-ESCRITURA: Cómo formar nuevos verbos

ORTO-ESCRITURA: Cómo formar nuevos verbos

Los verbos son elementos indispensables en el idioma. Es la única categoría gramatical capaz de expresar una idea por sí sola: ¡Váyase!; ¡Entre! De modo que si de un concepto, de una situación, de una cualidad… se desprende una acción y carecemos de verbo para referirla, hemos de crearlo, no es solo la libertad, sino la necesidad.

Hay en nuestra lengua dos procedimientos morfológicos para derivar verbos a partir de adjetivos, de adverbios, de sustantivos o de otros verbos. El primer procedimiento es la sufijación. Veamos los siguientes ejemplos:

Con adjetivos: limpio + ar: limpiar; ancho + ar: anchar; escaso + ear: escasear, amarillo + ear: amarillear y también amarillar; cristiano + izar: cristianizar.

Con sustantivos: favor + ecer: favorecer; cristal + izar: cristalizar; momia + ificar: momificar; droga + ar: drogar; perro + ear: perrear.

Los adverbios se prestan, en menor medida, para formar verbos: de atrás + ar deriva atrasar.

Algunos verbos se han formado por sufijación de otros verbos: correr + etear ha dado corretear. El español dominicano ha generado el verbo brincolear, derivado de brinco que a su vez ha generado el verbo brincar.

Hay un segundo procedimiento para la formación de verbos, muy empleado en la lengua coloquial. Me refiero a la parasíntesis, que consiste en agregar un prefijo y un sufijo a la palabra base, es decir una partícula al inicio y otra al final del verbo de que se trate.

Con la adición de afijos discontinuos, del sustantivo perro podemos formar el verbo emperrar o emperrarse, el sustantivo emperramiento y el adjetivo emperrado. Estos vocablos en el español dominicano muestran gran diferencia semántica con el español estándar. De emperrarse se lee en el Diccionario lo siguiente: 1. prnl. coloq. Obstinarse, empeñarse en algo.

Del adjetivo tonto adicionando el prefijo /a/ y el sufijo /ar/ obtenemos atontar. Del adverbio lejos, con similar procedimiento ganamos el verbo alejar. Del adjetivo sucio + en +ar: ensuciar. De Jaula, con el prefijo /en/ y el sufijo /ar/ obtenemos enjaular. Por igual del adjetivo raro tenemos enrarecer; de peor empeorar.

Con este procedimiento los dominicanos hemos creado el verbo endrogar o endrogarse, empleado en lugar de drogar o drogarse, que son los de uso general.

El esfuerzo por derivar verbo de otro verbo no siempre proporciona buenos resultados.

Por ejemplo, del verbo /ver/ ha derivado el sustantivo visión, no es necesario, por tanto, el verbo *visionar. Por igual, de explotar obtuvimos explosión ¿para qué entonces el verbo *explosionar? El sustantivo apertura ha derivado etimológicamente de abrir, pero no se aconseja el uso del verbo *aperturar, inventado en el ambiente bancario. En igual situación andan *resolutar, frente a resolver, del cual deriva resolución.

A partir del verbo abollar, que con la partícula compositiva /dura/ se forma abolladura, se ha derivado el verbo desabollar (des+ abollar) para quitar las abolladuras, sobre todo a los automóviles. El técnico en esta materia es un desabollador, palabra con la que el Diccionario académico denomina un “instrumento que emplean los hojalateros para quitar las abolladuras de las placas metálicas”. El sufijo –dor es muy importante para denominar ocupaciones y oficios (limpiador, soldador…) Los vocablos enyesador (derivado de yeso +en +dor; empajillador, derivado de pajilla + em + dor no aparece tampoco en el Diccionario. Son producto de la parasíntesis.

Tampoco reconoce nuestra principal publicación lexicográfica el vocablo /desabolladura/ ¿Cómo vivir entre tantos vehículos sin los talleres de desabolladura?
Un buen ejemplo de verbo obtenido por el método parasintético es ensortijar, resultado de colocar al sustantivo sortija la terminación /ar/ y el prefijo /en/ = ensortijar. De ahí el sustantivo ensortijamiento (formación de sortijas en el cabello) y el adjetivo ensortijado.

El Nacional

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