Nueva York.- Es el villano más popular de la actualidad. Su personaje de Balbino Paiba, el mayordomo de la Hacienda Altamira y amante de doña Bárbara, telenovela protagonizada por la actriz mexicana Edith González, es uno de los mejores papeles de su carrera. Mexicano asentado en Miami, el actor Paulo Quevedo no se anda con rodeos al asegurar que prefiere los papeles antagónicos a los protagónicos, porque son más interesantes.
Para mí el protagonista se hace más famoso, pero el villano es el que se hace actor, asegura. Entrevistado en la sede de Univisión Radio, en exclusiva para Que Pasa, destaca que el villano es más entretenido. Le sacas más el jugo, hace maldades que no estás acostumbrado a hacer en la vida real. Me gusta trascender más allá, que la gente te diga sabes qué, me caes mal, eso te dice que hiciste tu papel bien.
En la vida real la gente tiene que conocerme antes de juzgar, porque muchos dicen que soy peor, jajajaja. Aunque hoy recibe el aplauso de Latinoamérica como Balbino, Quevedo destaca que su verdadero target (objetivo) está en las series americanas de televisión. En ese sentido hace un paralelismo de la vida útil del villano en el mercado anglo y el latino. Mi trabajo está más concentrado en el mercado anglosajón.
El que hace de villano sí tiene una vida más corta, pero cuando haces el crossover, entras perfectamente y encajas en el género de las series de televisión y las películas, porque ya no eres el típico villano de las telenovelas, sino un actor perfilado.
Un apunte
Sobre Balbino
Revela que logró el propósito de llevarlo como quiso, a lo grotesco, a lo odiado. Me divertí mucho con Balbino Paiba.
Mezcla de amor y de teatro
Por una jugada del destino, del amor dice él, estrenarían la obra Pecado mortal el 10 de julio, pero al romperse la relación amorosa con la protagonista tuvo que cancelarla.
La actriz me dejó la obra botada. Era mi novia y al tener el perfil perfecto de la obra quise darle la oportunidad, pero se rompió la relación, reveló.
Por esto, Quevedo no recomienda mezclar el amor con la profesión. Después de esta experiencia no lo vuelvo a hacer en mi vida. Uno sepreocupa por la interpretación de la pareja, y hasta cierto punto puedes meter la cuchara. Dijo que Pecado mortal es la historia de un cura que se debate entre el amor a Dios y el amor por una niña de 17 añosy afirma que el padre Alberto les ayudó de cierta forma corregir el guión, luego de que se hizo sus fotos con la que hoy es su esposa.