Alrededor de cinco mil personas miembros de casi 700 familias alojadas en viviendas construidas debajo de tres de los ocho puentes existentes en Santo Domingo, viven con el eterno te temor de que en cualquier momento pueda ocurrir una tragedia. El mayor temor es que un vehículo se precipite sobre sus viviendas, o que ocurra un derrumbe y sus casas sean aplastadas.