POR. Juan Arístides Taveras Guzmán
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Asteado de noticias amargas del país y del exterior que atrofian, deprimen y afectan el proceso institucional de cambios que impone el momento y contrarían proyectos económicos y sociales en pie, quiero recurrir a propósito con algunas pinceladas de optimismo. En primer lugar felicitar al honorable presidente de la Republica, Lic. Danilo Medina Sánchez, por su transparente esfuerzo de consensuar con nuestra familia política, religiosa y otras representaciones atendibles para someter a nuestro congreso nacional la sazonada ley de naturalización relacionada con la cuestionada ley 168-13 de nuestro tribunal constitucional, sentencia que se dicto a raíz de una decisión de amparo del tribunal de la provincia de Monte Plata, relacionado con la Sra.
Deguis que se le ha rechazado la nacionalidad dominicana basado en requisitos de nuestra constitución. Esta sentencia ha motivado que el mundo nos caiga encima en los tiempos precisamente de cambios.
Consideramos que los tiempos nos facultan procurar hasta por la paz mundial, los mayores esfuerzos especialmente cuando dichos cambios, con la globalización y el reverdecer tecnológico y cibernético, nos permiten el privilegio de ser mejores hombres en la humanidad y en los gobiernos, si nos manejamos cada vez más con mayor decencia, pulcritud y entendimiento con nuestros pueblos y países. Lo felicito Sr Presidente y siga hacia delante.
En otro orden quiero con mucha honra felicitar a mi querido amigo y maestro comunicador, don Radhames Gómez Pepín, quien me ha enseñado tanto a pesar de su temperamento cibaeño y estricto siendo yo parecido a él , por la presentación de su reciente libro, Pulsaciones. Me honro de corazón y agradezco con orgullo el haber residido en el Nacional junto a él y don Pepín Corripio mi amigo durante 40 años.
También quiero felicitar al justo merecedor del premio concedido, el Gran Soberano, al admirado amigo don Cesar Augusto “Cuquin” Victoria, quien fue sobresaliente desde sus inicios como comunicador y humorista, así me decía siempre mi recordado padrino el grande don Freddy Beras Goico. Lo felicitamos de corazón por su dilatada y exitosa carrera llenando de alegría al país. Nunca olvido que un día compartí con el presidente Balaguer en un momento que gozaba de las ocurrencias de este ilustre dominicano Cuquin Victoria. Hasta el próximo jueves.

