Opinión Carta de los Lectores

Policías y congresistas

Policías y congresistas

Cartas

Un grupo de nuevos congresistas, dio seguridades de que la reforma policial será una prioridad, luego de su juramentación. Ya es conveniente que cristalice una reforma de la Policía que es necesaria.-
Cualquier reforma tiene que ser integral, inmediata. Con el cambio de color del uniforme, no hay reforma; tampoco hay reforma con el remozamiento de la planta física; y cuando los agentes se alejan de ser auxiliares de la justicia, no hay reformas.
El paso más trascendental de la reforma policial, sería oficializar la policía interna. Un organismo que se encargue de someter a distintas pruebas, sobre todo la de protección y respeto ciudadano, cada vez que un agente actúe.

Esa policía interna sería integrada por civiles adscriptos a la procuraduría General de la República, y su función sería entrevistar a todos los agentes que participen en intercambios de disparos, o que son acusados de violar las leyes.

El policía interno no estaría asignado para investigar con una sonrisa en los labios, sino para determinar donde hubo exceso de los uniformados. El que no ha cometido una violación de los estatutos, no tendría que temer. Sí, los abusadores quedarían al descubierto.

El único control que puede tener la policía es el relativo al policía interno. En el mundo civilizado lo presentan cmo el ogro, el más odiado por sus compañeros de trabajo. Si hay reformas, ese fiscal asignado a la Policía, podría dar buenos frutos.

El paso más trasccndental lo dio la policía cuando dejó de ser política partidista, como en los doce años de gobiernos del doctor Joaquín Balaguer. De buscar izquierdistas, pasó a la tarea de perseguir delincuentes.

A pesar de algunas situaciones aisladas y criticadas, la policía de hoy no está hecha para la represión de ideas políticas, y eso es un paso adelante..

Si están los uniformados instruidos para luchar contra los delitos.Cada violador debe dar cn sus huesos en las cáceles.

La ciudadanía está indefensa y necesita un protector, que no cometa exccsos, ni saque su arma de fuego por caprichos.

El derecho a la vida es sacrosanto, y si no hay pena de muerte, nadie puede imponerla fuera del contexto constitucional. En países donde la justicia no está fuerte, y la mayoría de las instituciones cojean, no es una buena acción establecer la pena de muerte.

Estamos esperndo la reforma policial. Es vital en el desarrollo nacional una policía moderna que se enfrente al crimen y cualquier delito, siempre en su rol de auxiliar de la justicia.
Atentamente;
Por: Manuel Hernández villeta

El Nacional

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