Orto-escritura Semana

Pongamos atención al verbo sacaliñar

Pongamos atención al verbo sacaliñar

Rafael Peralta Romero

Desde la infancia, hemos escuchado y empleado el verbo /sacaliñar/ para referir la acción de echar en cara a alguien favores recibidos de la persona que habla. Más adelante, con el crecimiento nos llegó la advertencia: no se dice sacaliñar, sino socaliñar.

Quien anhela transitar el camino de lo correcto en cada aspecto de la vida, no puede olvidar que el uso adecuado de la lengua es uno de esos componentes que nos aproximan a la perfección, a pesar de que esa meta es considerada inalcanzable.

Acepté la directriz de sustituir el verbo al que estaba acostumbrado, porque lo adquirí en mi entorno familiar (sacaliñar) por el otro, sugerido por la educación formal y el trabajo en la redacción de un medio de comunicación (socaliñar).

Apreciados amigos, en este primer encuentro de 2024, me atrevo a compartir con ustedes la reflexión que me motiva a retomar mi verbo sacaliñar, aunque aparente ser una voz desaliñada, deslucida o vulgar.

Pongamos atención al verbo sacaliñar

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Si a lo que diga el Diccionario vamos, entonces aquí les muestro lo que guarda la publicación académica respecto del verbo socaliñar: “Sacar algo a alguien con socaliña”. ¿Qué es socaliña? Este sustantivo se refiere a un “Ardid o artificio con que se saca a alguien lo que no está obligado a dar”.

Sinónimos o afines de socaliña son artimaña, ardid, treta, enredo, sablazo (Acto de sacar dinero a alguien pidiéndoselo, por lo general, con habilidad o insistencia y sin intención de devolverlo). De acuerdo con esa definición, quien socaliña no da, sino que pide y vaya forma de pedir. Vale anotar que el origen de socaliña está relacionado con sacaliña.

Según lo antes dicho, socaliña quien se beneficia de la cosa o servicio recibido, que obviamente lo pide de la manera menos apropiada, es decir con maña, mentira o chantaje. El concepto de sacaliñar, al menos como usamos los dominicanos este término, implica que la acción la realiza aquel que ha favorecido a otro con dádivas, bienes o atenciones.

En verdad, el verbo sacaliñar no aparece en el Diccionario de la lengua española. Este solo registra el sustantivo /sacaliña/ el cual tiene dos acepciones, muy diferentes, que son estas: “Vara con un arpón pequeño en el extremo.2. f. Ardid para sacar a alguien lo que no está obligado a dar”.

La segunda acepción tiende un puente que aproxima semánticamente a las voces socaliña y sacaliña, de hecho, las presenta como sinónimas. De la primera palabra proviene socaliñar, usado en el español estándar, y de la segunda deriva sacaliñar, del español dominicano y otros países de Hispanoamérica.

La variante semántica que se le aplica en nuestra peculiar forma de hablar justifica la existencia y preservación del verbo sacaliñar: echarle en cara a alguien, por parte de quien habla, un favor o servicio que se le ha prestado.

El Diccionario del español dominicano, publicación de la Academia Dominicana de la Lengua, le agrega el detallito de “echar en cara un defecto”. He aquí su definición de sacaliñar:

“Echar en cara a alguien un defecto o un favor”. Más acorde con el habla nuestra es la definición registrada por el Diccionario de americanismos, obra de la RAE-ASALE, la cual expresa: “Echar en cara a alguien favores que se le han hecho”.

Sacaliñar es una palabra del español dominicano que ha nacido de conformidad con el genio de nuestro idioma, la lengua española. Pongamos atención a esta voz, usémosla sin temor. Todos los dominicanos la conocemos.