Con el valor de la canasta básica familiar oscilando entre los 35 mil y 45 mil pesos mensuales, es de justicia formular la pregunta ¿Como vive el dominicano promedio con un salario mínimo con un tope de 18 mil pesos cada 30 días?.
Las estadísticas del equipo económico oficial demuestran una dura realidad, donde miles están a nivel de subsistencia, dedicados al mercado informal, sin ocupación visible, y presentando el feo rostro de caer en la delincuencia.
Los aumentos de salarios de los pasados meses fue insuficiente. Demasiado debajo de la canasta básica, y sin siquiera poder sacar un par de pesos extras para cualquier eventualidad..En muchas bocas ni siquiera la subsistencia se impone.
Mientras más aumenta el desempleo, peor es el destino de esa masa amorfa que todo el día sale a la calle a buscar su comida, rompiendo brazo y sin esperanzas de un mundo mejor.
Si se quiere tener un punto de control de la violencia en que están atrapados los barrios populares, hay que ir a los cuadros estadísticos donde ese desnivelado alto costo de la vida los sumerge en la desesperación, en la falta de fe y en el abandono general.
La delincuencia es el camino que siguen los jóvenes que no creen en el futuro, en los estudios, en un trabajo decente. Sin ellos proponérselo tiran la toalla y buscan lo que creen es el camino fácil
¿ Cuántas familias dejen de comer bien debido al galopante alto costo de la vida?. Nadie los ha contabilizado, pero son miles, una gran mayoría de la población. Los empleos están prácticamente congelados en el país, y entonces se buscan las formas alternativas de subsistencia.
Los buhoneros y comerciantes informales salen al ruedo tratando de lograr una subsistenica a como de lugar, pero se topan con la realidad de que hay manos compradores, y el círculo vicioso los envuelve.
Tiene que haber una política estatal de que se respeten los precios de los artículos de primera necesidad. No. No existe nada que controle el valor de los alimentos, y todo se arregla de acuerdo con la oferta y la demanda.
Un país sub-desarrollado, como el nuestro, tiene que tener control de los precio de los alimentos, tomando en cuenta las desavenencias del salario, la usura y la especulación. Es de justicia lograr una rebaja sustancial en el precio de los alimentos.
Atentamente;
Por: Manuel Hernández Villeta