La situación dominicana con respecto a la inmigración haitiana, es un problema grave que se viene arrastrando por décadas y que desgraciadamente, hay que citar al sanguinario dictador Trujillo Molina, como uno de los hombres que vaticinó las calamidades que enfrentamos con los ilegales del vecino país y los daños incalculables que generan en diversas áreas geográficas de nuestro territorio, principalmente con la deforestación criminal que afecta el clima y los caudales de los ríos.
El general retirado y exsecretario de las Fuerzas Armadas, Elías Wessin y Wessin, un hombre que la historia lo sitúa en hechos deleznables, sin tener pretensiones de oráculo, pronosticó la tragedia que viven los dominicanos con la presencia de indocumentados de Haití, en una carta de fecha 13/12/2005, que le escribió al veterano y prestigioso periodista fallecido, Radhamés Gómez Pepín, cuando desempeñaba el cargo de director de este periódico. La carta, por ser de interés patriótico, la reproducimos, y su texto dice si:
“Pláceme saludarte en este tiempo de navidad y desearte un próspero y saludable 2006, en ocasión de emitir una opinión sobre un tema que se exacerba con los acontecimientos del pasado día 12 en Puerto Príncipe, Haití. En espera de ser acogida por ese prestante medio que dignamente diriges, expreso lo siguiente: “La guerra civil y militar entre la Republica Dominicana y Haití, es un “pleito casao” que cada día está más cerca. Diezmar ambas poblaciones con matanzas incontrolables es la solución menos costosa para las naciones poderosas.
Una guerra entre Haití y República Dominicana tendría características diferentes a las del siglo XIX, porque tendríamos al adversario dentro de nuestros barrios y campos por cientos de miles. Lo que le sucedió al Presidente Leonel Fernández es una primera señal que no debe pasarse por alto, pues no se trata de una ofensa a su persona o al partido oficialista, es un agravio al país dominicano azuzado por sectores antinacionales que quieren producir un caos de muertes masivas entre las dos naciones.
Las FF.AA. no están preparadas para una crisis de esa naturaleza, la profesionalización de las FF.AA. es un mito, porque su misión histórica de preservar la paz y la soberanía se ha diluido por obra y gracia de las ideas políticas de la época que condenan todo discurso patriótico y nacionalista, llamándole obsoleto y atrasado. Que conste que la Escuela de Estado Mayor de las FF.AA. fue relanzada en mi gestión al frente de la Secretaría (1988-91).
Aunque les parezca a algunos sabios del pa tio una herejía, las Fuerzas Armadas de Trujillo sí estaban preparadas para defender nuestra nación, porque su misión básica, era salvaguardar la frontera y la dominicanidad. No debe confundirse el aparato represivo de Trujillo con la estructura militar, ajena a los abusos y crímenes de la época.
Es sospechoso que en países desarrollados de Europa se conozca la antigua Española, como Haití (antigua posesión francesa). También sigue siendo sospechoso que Canadá no tenga legación diplomática en Santo Domingo, sino en Puerto Príncipe.
Recuerdo que en parte de mi segundo exilio en España (1971-78) muchos españoles ubicaban a Haití en el mapamundi, pero no a la Republica Dominicana.
Por: Hugo Ysalguez (dr.hugoysalguez@hotmail.com)