POR: Carlos Manuel Estrella
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Miranda condenada a perención
La aspiración de salvar loma Miranda de explotación mercantil extranjera y preservarla como reserva ecológica de presentes y futuras generaciones está condenada a la perención como iniciativa legislativa que buscaba declararla parque nacional para que conservara su virginidad.
Los recovecos y conciliábulos congresuales en torno al proyecto en el Senado, luego de ser declarado de urgencia y aprobado en dos lecturas por la Cámara de Diputados en la legislatura anterior, son una burla a la inteligencia con propósito de retrasar su conocimiento y sanción.
Utilizar la pieza legislativa como bola de billar, con un de aquí para allá y de allá para acá, no tenía propósito distinto que dejar pasar el tiempo para concluir la legislatura, como ocurrirá en pocos días, y llevarla a la situación constitucional de iniciativa desechada que deberá partir de cero otra vez.
Los políticos no han evaluado el costo de este engaño de senadores, mayoría aplastante del PLD
Los senadores se ganan premio mayor del repudio, porque se pasaron meses en estudios, descensos y múltiples retardos para luego querer hacerse simpáticos con “aprobación” envenenada que varía lo acordado por diputados y obliga a nuevos debates luego que éstos ratificaran decisión original.
El proyecto de ley perime, “muere” y necesitará ser revivido en nueva legislatura con otros “vientos”, mientras a la minera canadiense de momento nada le impide, legalmente, tratar de iniciar la explotación en la loma perteneciente a las provincias La Vega y Monseñor Nouel.
Los políticos no han evaluado el costo de este engaño de senadores, mayoría aplastante del PLD, y en menor medida de diputados, con un tema que puede quemarles sin importar posiciones actuales y futuras, basta recordar recientes actitudes del obispo vegano y sus curas vanguardistas.
La reversa del caso Miranda con últimas decisiones legislativas hace inminente la perención del proyecto de ley y estimula a defensores de esta loma reforzar actitudes beligerantes frente a representantes gubernamentales.
El Nacional
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