Imitar a Santiago
A lo largo de la historia republicana la sociedad de Santiago ha sido vanguardista, cuna de trascendentales acontecimientos que marcan pautas y motivadora de iniciativas locales de impacto nacional como acaba de ocurrir a favor de la descontaminación visual con la limpieza de propaganda política.
Ante el incumplimiento olímpico de la ley electoral e irresponsabilidad del gobierno local como regulador del uso del espacio público urbano, entidades cívicas se han empoderado del problema y exigido solución legal para constreñir las autoridades a hacer respetar el ordenamiento jurídico.
Los méritos son para la Fundación Masada que, con apoyo de la sociedad Santiago Somos Todos, presentó un recurso de amparo sustentado en violaciones a la ley electoral con profusa evidencia mediante levantamiento fotográfico de espacios públicos saturados de propaganda.
La sociedad civil pasó de palabra a hechos al acudir a tribunales para la solución del problema y encontró un juez que se elevó al fallar en defensa ciudadana y obligar las autoridades correspondientes del Ayuntamiento y de la Junta Electoral a hacer cumplir regulaciones de la campaña proselitista.
Calles y avenidas santiagueras lucían atiborradas de propaganda política extemporánea en agresión visual contaminante que dificultaba el tránsito en puntos estratégicos, con tal magnitud que el ministerio de Medio Ambiente revela retiró más de 24 mil afiches, pancartas y cruzacalles.El ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones ha dado un paso de avance en la misma dirección al anunciar que también retirará propaganda política colocada ilegalmente en márgenes y reatas de carreteras para lo cual requiere el concurso de gobiernos locales y alcaldes.
El ejemplo de Santiago debe replicarse en el país, ya el camino está señalado con base legal incluida y como la contaminación visual por propaganda política también es profusa en otros municipios, se impone hacer lo mismo ante la inacción de autoridades que sólo actúan bajo presión judicial.