Denuncias de campaña

En últimas semanas la prensa ha acogido declaraciones de altos cargos, personal de confianza del Poder Ejecutivo, con graves denuncias de asuntos que deben motivar mínimamente acción del Ministerio Público. Son “revelaciones” de tramas contra la seguridad ciudadana y el proceso electoral que no solo competen a organismos de inteligencia dependientes de la Presidencia, sino al procurador general de la República.

Han emitido estas declaraciones los ministros de Interior y Policía y Administrativo de la Presidencia que por su gravedad debieron motivar investigaciones, registros, colección de evidencias, confiscaciones y arrestos.

El ministro de Interior y Policía, junto al jefe de la Policía, acusó en rueda de prensa el 2 de marzo a los políticos Luis Abinader, Fidel Santana y Juan Hubieres de “crear perturbación y hechos de violencia que perjudican a la sociedad dominicana”, a propósito de disturbios en la UASD.

También hay más declaraciones y publicaciones, igual tremendistas, sobre retiro de la oposición y campañas “sucias” contra el candidato que busca la reelección, en confusión de roles de servidores públicos y/o activistas de candidatura política.

Las denuncias graves de los ministros sobre supuesta alteración del orden público y atentado al proceso electoral pasaron sin consecuencias ni motivaron investigación alguna, porque parecen acciones políticas para confundir la opinión pública y llevar caos al proceso.

El continuo bombardeo de tantas denuncias carentes de pruebas y tremendistas, desde el litoral oficial, lleva a colegir que pese a percepciones, “encuestas” y manipulaciones mediáticas la realidad electoral no parece ser como quieren venderla, sino según el cristal que permite verla desde la óptica ciudadana. ¡Cuidado!