Los actores civiles y las autoridades monetarias reclamaron ayer indemnizaciones conjuntas por más de tres mil millones de pesos contra de los imputados del fraude que por más de 1,400 millones de pesos se cometió en el intervenido Banco Peravia.
El Banco Central, la Superintendencia de Bancos y el Banco Peravia, este último en su condición de “parte civil constituida”, pidieron al Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional imponer dicha indemnización a los encartados.
Los querellantes privados y las autoridades monetarias y financiaras terminaron ayer de presentar acusación contra los encartados en el proceso a Nelson Serret, Jorge Serret, Carlos Serret, Pausides Morales, Nelson Cabral, Rolando Cabral, el coronel Florentino de Jesús Acosta y Yesenia Serret Aponte.
El abogado Luis Miguel Pereyra, en representación de las autoridades monetarias y financieras, esbozó la estructura “criminal y mafiosa” que se instauró en el quebrado Banco Peravia para sustraer los recursos de cientos de ahorrantes.
Estableció que Nelson Serret y Jorge Serret aprobaron más de 636 préstamos fraudulentos y que Pausides Morales captaba a las personas que serían víctimas del fraude, que Florentino de Jesús Acosta fue utilizado por los venezolanos para amenazar y les vendía informaciones privilegiadas.
En tanto que sobre Yesenia Serret estableció que fungió como brazo ejecutor en la trama fraudulenta que montaron los venezolanos José Luis Santoro y Gabriel Jiménez Aray.
Igualmente demostró que muchos de los imputados participaron en la declaración de estados financieros falsos y los sometió a la autoridad obstruyendo la fiscalización, “se prestaron e incurrieron en la falsificación de títulos en cheques que se endosaron y distraían los fondos, se prestaron para la emisión de tarjetas de crédito irregulares que fueron utilizadas pasa sacar fondos del banco”.
En tanto que la defensa desmeritó y rechazó las imputaciones hechas por los querellantes.
La fiscal Yeni Berenice Reynoso explicó que desde el 2010 hasta noviembre del 2014, se agravó el estado de liquidez del Banco Peravia, y sus ejecutivos supuestamente hacían informes con estados financieros alterados e informaciones falsas.

