En una breve y emocionante alocución dirigida al país y al mundo, transmitida al mediodía de hoy, el presidente Cuba, Raúl Castro, comunicó importantes noticias que sitúan las relaciones de su país con los Estados Unidos en una nueva y prometedora etapa, muy diferente a la que ha prevalecido durante los últimos 53 años.
En su presentación, Raúl Castro reiteró la disposición al diálogo con el gobierno de los Estados Unidos, sobre la base de “respeto, igualdad soberana, y sin menoscabo de la independencia nacional y la autodeterminación”.
Desde este ángulo, según reiteró, todas las diferencias entre ambas naciones pueden ser resueltas “mediante negociaciones, y sin ceder en los principios”.
Tras sostener conversaciones confidenciales bajo los auspicios del gobierno de Canadá, y contando con la mediación del Vaticano y el papa Francisco, que incluyeron un intercambio telefónico directo entre los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, ambos gobiernos llegaron a acuerdos de importancia histórica, entre ellos; el intercambio de prisioneros que cumplían condenas en ambos países, incluidos espías al servicio de la CIA y el contratista norteamericano Allan Gross, de un lado, y de Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Gerardo Hernández, jóvenes que cumplieron 16 años de cárcel en los Estados Unidos, acusados de infiltrar organizaciones terroristas anticubanas en La Florida.
Pero sin dudas, lo más prometedor que se pudo conocer en la alocución del presidente Raúl Castro fue la decisión de ambos gobiernos, de restablecer las relaciones diplomáticas, rotas por decisión norteamericana desde enero de 1961, con lo cual se abre un prometedor compás de espera y se allana el camino para acciones sucesivas, que deben llegar hasta la completa eliminación del aún vigente bloqueo económico y financiero contra Cuba.