Semana

RELATOS

RELATOS

Excursiones al Líbano con Elvis Alam Lora
Describiendo los escenarios históricos, arquitectura, geografía, cocina, restaurantes y hoteles del Líbano y Siria captados en once excursiones a esos dos países del Cercano Oriente, el ingeniero civil y empresario de origen libanés Elvis Alam Lora, nos edifica conduciéndonos por el recurso de la palabra escrita, en una riquísima excursión edificante de sus impresiones, que revelan la eclosión de un magnífico escritor, con la publicación de su libro, “Entre dos amores”.
En once periplos acicateado por identificar los rastros históricos de sus ancestros paternos, Elvis Alam, activo dirigente de la densa comunidad árabe dominicana, describe con una prosa directa y amena, que llega fácil al lector, referencias históricas de El Líbano, Palestina y Siria, países importantes del Cercano Oriente sin los cuales resulta imposible escribir la historia de esa siempre convulsa región, y más profundo de la humanidad.
El Líbano, Siria y Palestina, son los tres países que han sufrido los mayores estragos y tragedias del Cercano Oriente, además de Iraq, Irán, Afganistán y Yemen, y lo peor de sus desgracias, es que no se avizoran en lontananza un atisbo de superar los enconos entre chiitas, sunitas y salafistas, que los mantienen en permanente zozobra, guerras, y la mayúscula tragedia de los desplazamientos humanos, más de cinco millones en Siria, y otra demografía igual, horrida, de la diáspora inhumana que el Estado de Israel compulsa a los palestinos.
Elvis Alam describe con precisiones las referencias históricas de El Líbano y Siria, los estragos que el Estado de Israel ocasionó a El Líbano en su empeño por exterminar a Hezbollah, que ha jurado el imposible de liquidar al Estado judío, y el dominio militar que ha ejercido Siria desde la época de Afed El Assad, el relevo de su genocida hijo Bachar, abusando de la indefensión libanesa, idéntico que Israel, ocasionando una tragedia humana horrible con más de cinco millones de desplazados, más de 200 mil muertos, más de cien mil desaparecidos, impertérrito en el poder por la prótesis de Vladimir Putin, nuevo temible zar ruso, en su empeño de preservar la poderosa base naval rusa de Tartus.
Identificar el origen de los Alam en Barsa El Koura fue para Elvis Alam como examinar las actas de nacimiento de sus ascendientes, una gratísima emoción como inefable emoción.
Los grandes templos romanos de Baalbeck, rebautizada Heliópolis cuna de los dioses Baal, Ashtarout y Adonis, el oasis del hotel Printania para restaurar fuerzas y nutrición, y un resquicio para pasar revista a todo lo experimentado en paisajes y nudos históricos.
Disfrutar un refrescante arak en Zahle, la novia del valle de la Bekaa con sus densos famosos olivares, escenario de horrores perpetrados por el Estado de Israel persiguiendo a Hezbollah y a palestinos, respaldados por milicias cristianas mercenarias, en el escenario que en su momento fue el granero del Imperio Romano.
Embriagarse de panoramas contemplando el Monte Sannine, de 2,700 metros s-n-m, la mayor eminencia del Cercano Oriente y conocer Parmacje Hraiz, hogar de su esposa Hala, disfrutando las delicias del río Berdawni, y abordar una parranda cultural en la Librairie Du Monde en Bruomana, atendida por su propietario Krikor Yeretzian, una pasión de Elvis Alam que mezcla perfecto con su amor por su profesión de ingeniero, sus amores por la patria ancestral y la raíz de su acta de nacimiento en San Pedro de Macorís, y sus cofrades libaneses-dominicanos que comparte en el Club Libanés-Sirio-Palestino.
“No hay ciudad en el mundo con una historia como la de Estambul”, enfatiza Elvis en los relatos discurriendo por países del Cercano Oriente, Líbano, Siria, Palestina y Turquía, joyas del Islam, además de Arabia Saudita y Marruecos, compartida por árabes, drusos, armenios, cristianos, hebreos y turcos, un arcoíris étnico donde las diferencias religiosas decantan los enconos y el arcoíris político que estructuran islamistas, salafistas, chiitas y sunitas, y ahí es Troya. Lo de nunca acabar.
Excursionar a El Líbano teniendo de cicerone a Elvis Alam Lora es un privilegio redituable en grado sumo, porque nos permite conocer su referencia arquitectónica, pinceladas históricas, ver las cicatrices marcadas por las guerras, Alepo, Homs, Damasco, hoy destruidas por la barbarie salafista, pero también disfrutar de las delicias culinarias de Labnehe, una limonada en Batram en Cheez Hilmi, los fabulosos platillos del restaurant Abou Zeid en Bsarma Al Koura, libar un arak, o embriagarse de panoramas del valle de Bekaa desde la Iglesia Nuestra Señora de Zahle.
El embeleso de los templos de Baalbeck, antigua Heliópolis, los más altos del mundo, y la columna más alta del planeta, superior a las de Abu Simbel de Egipto, y contemplar absortos las esculturas de los dioses Baal, Adonis y Ashtardut, y Naufili, cuna de la famosa familia Nader.
Acompañando a Elvis y privilegiar una tenida culinaria en el restaurant de Pepe, en Byblos, de donde proviene la palabra biblia, cuna del poeta Khalil Gibrain.
Disfrutar por todo lo alto un suculento desayuno con lahme bajeen en el famoso restaurant El Fogón del Sordo, en Charbel.
La ricura de los famosos panes turcos en el hotel Barón, construido en 1909 en Estambul, avistando el escenario estrecho histórico y grandioso del Bósforo, que conecta los mares Mediterráneo y Negro.
Deleitarse con la cocina libanesa en el restaurant Sultán Al Mina en Byblos, propiedad de Suni Saliba, y en el Abou Zeid, y todos esos escenarios singulares é históricos, acompañando al eximio cicerone de Alvis Alam, en su insepulta pasión por rastrear, como un sabueso antropólogo insomne, el acta de nacimiento de sus ancestros paternos.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación