Hay cosas que a veces uno quisiera entender, pero no las entiende. La semana pasada el presidente Luis Abinader manifestó que si se continúa con el trabajo que se realiza a través del Fideicomiso DO Sostenible, en cuatro años en la República Dominicana no existirá ningún vertedero a cielo abierto.
Para hacer ese anuncio y presentar los supuestos avances en esa materia, el presidente Abinader, acomapañado del ministro de Medio (Miedo) Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Ceara Hatton, y el director ejecutivo del Fideicomiso DO Sostenible, Armando Paíno Henríquez, convocaron a los empresarios que han decidido realizar esas inversiones, que además de ser un negocio, contribuirá con la salud, la higiene en todos los órdenes.
Hasta este momento hay 13 proyectos de construcción de Plantas de Rellenos Sanitarios y Residuos Sólidos en curso, con una inversión que superan los 46,000 mil millones de pesos en 15 obras y 13 proyectos privados en el sector residuos sólidos.
Pero la realidad de este tema, es que lamentablemente este gobierno, que le teme a los ruidos y el Ministerio de Miedo Ambiente, están poniendo a esos inversionistas a perder tiempo y dinero, porque aunque el gobierno tiene el interés y deseo de que se construyan esos proyectos, ha dejado que los supuestos defensores de sus comunidades, que pensando en su interes personal y particular, impidan la realización de los mismo, ya que hacen una bulla y desde el Ministerio de Miedo Ambiente, aunque el proyecto cuente con los estudios ambientales que demuestran la viabilidad del proyecto, ellos por temor a los ruidos, obvian esa realidad y prefieren no otorgar los permisos correspondientes.
Entonces presidente pongase claro, no ponga esos empresarios a perder tiempo, ni gastar dinero, para luego negarle los permisos ya que su Ministerio de Miedo Ambiente, no les permita ejecutar esos proyectos.
El relleno sanitario de La Cueba, en Pedro Brand, cumple con todos los requisitos técnicos y ambientales, pero la cartera de Ceara Hatton se niega a otorgar la licencia, porque la comunidad, que muchas veces es manipulada por intereses, dizque no quiere.
Sin embargo, en Higüey se permitió la instalación del relleno, con todo y oposición, y no ha habido inconvenientes. La gente que antes se negaba hoy está satisfecha. Son realidades para tomarse en cuenta en estos momentos.
Por: Nelson Féliz