SANTIAGO. Las dotes humana, educativa y familiar de la señora Ana Gloria de la Cruz viuda Estrella, quien falleció el 21 de este mes a los 88 años, fueron resaltados por familiares y amigos ayer, en el transcurso de una misa en su memoria, celebrada en la iglesia la Anunciación, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
La dama, madre del empresario santiaguero Manuel Estrella, así como de Lissette y Alejando Estrella de la Cruz, laboró en diferentes centros educativos por espacio de 40 años. La eucaristía a su memoria fue presidida por monseñor Agripino Núñez Collado.
Monseñor Núñez Collado, al momento de pronunciar la homilía, recordó que doña Gloria, además de ser una mujer de fe, fue una persona consagrada a la educación y a su hogar.
“Se trata de un verdadero ejemplo, que ejerció hasta que puso el sacerdocio de enseñar desde las aulas”, sostuvo el prelado, al tiempo de resaltar que fueron cientos los alumnos que pasaron por sus manos y que además fueron instruidos en la fe católica.
Mientras que Manuel Estrella, al agradecer el gesto de solidaridad de quienes acudieron al oficio religioso, destacó las virtudes que como maestra por más de cuatro décadas, adornaron a su madre.
Estrella recordó que antes de graduarse como profesora, su madre tenía que recorrer varios kilómetros a pie para estudiar en la escuela de la Jagüita, de Tenares y posteriormente en la intermedia.
“Mi madre recibió tanto cariño que nunca quiso salir. Muchas veces ayudaba a los estudiantes que necesitaban refuerzo o que se le quedaban materias, porque su vocación siempre fue la de enseñar”, apuntó Manuel Estrella.
A la misa acudieron el presidente del Senado, Eduardo Estrella; la embajadora dominicana en los Estados Unidos, Sonia Guzmán, los empresarios José Clase, Federico Domínguez, Luis Smurdoc, así como de otras personalidades.