Opinión Articulistas

Ruptura de relaciones

Ruptura de relaciones

Elvis Valoy

La gigantesca crisis, que como avalancha que crece ininterrumpidamente, ha llevado a algunos regímenes a asumir extravagantes políticas de enfrentamiento con otros gobiernos. Esas estériles pugnas demuestran la miopía de gobernantes obcecados con un ideologismo extemporáneo y absurdo.

Las formas en la política exterior de una nación son extremadamente importantes. La frase de Charles Maurice de Talleyrand, «Sólo los tontos se ríen del protocolo», sintetiza una incontrovertible verdad sobre el respeto a los acuerdos diplomáticos.

La ruptura de relaciones diplomáticas entre dos Estados es un acto unilateral, considerada por algunos analistas como la más extrema medida que puede tomar un gobierno, situación únicamente superada por el directo enfrentamiento bélico.

Actualmente el mundo no pinta bien. Por instantes pareciera como si estuviéramos al borde de otra conflagración mundial. En Latinoamérica, el lazo amistoso entre naciones camina a resquebrajarse a pasos descomunales, fruto de la obstinación de gobernantes que mantienen su cerebro petrificado en la época de la Guerra Fría.

Los ejemplos se reproducen. En ese contexto fue que el presidente argentino Javier Milei casi hace saltar por los aires las relaciones diplomáticas con su vecina Colombia. Ya en Panamá hay un expresidente asilado en la embajada nicaragüense.

Y para preocuparse está el desenlace de hace apenas horas, momento en que México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador, hecho ocurrido luego de que tropas policiales sacaran a un ex vicepresidente de su sede en Quito, violándose groseramente la Convención de Viena.

Las autoridades ecuatorianas sin convocatoria al Jefe de Misión y sin Llamada a Consulta del Embajador, decretaron la ruptura con México, que luego del bochornoso atropello a su misión, no le quedó más que dar por terminado los nexos con el gobierno de la nación andina.