Viruela del mono. Foto ilustrativa
Santo Domingo.- El Ministerio de Salud Pública emitió este sábado una alerta epidemiológica preventiva por la viruela del mono, detectada en algunos países durante las últimas semanas.
Mediante un comunicado fechado del 19 de mayo pero compartido hoy, el organismo de salud estableció una serie de recomendaciones pautadas por Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estadounidense.
“Actualmente en República Dominicana no se ha comprobado la presencia de esta enfermedad, sin embargo, el Ministerio de Salud Pública, emite esta alerta epidemiológica preventiva debido a la circulación de este evento en Estados Unidos de América”, informó Salud Publica.
Dentro de las recomendaciones se indica evitar el contacto con animales que puedan albergar el virus, incluyendo los que estén enfermos o que hayan sido encontrados muertos en áreas donde ocurre la viruela del simio.
También, sugieren no entrar en contacto con cualquier material, como ropa de cama, que haya estado en la cercanía de un animal enfermo; también aislar los pacientes contagiados de otros, que podrían estar en riesgo de infección.
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En ese sentido, el organismo precisó la importancia practicar “una buena higiene de manos después del contacto con animales o humanos infectados. Por ejemplo, lavarse las manos con agua y jabón o usar un desinfectante para manos a base de alcohol”.
También indicaron el uso de equipo de protección personal cuando se atienda a los pacientes.
¿Que es y cómo se transmite?
La viruela del simio es una zoonosis selvática con infecciones humanas incidentales que suelen ocurrir esporádicamente en zonas boscosas de África central y occidental.
Es causada por el virus de la viruela del simio (MPXV) que pertenece a la familia Orthopoxvirus. El período de incubación del virus de la viruela del simio suele ser de 6 a 13 días, pero puede variar de 5 a 21 días.
De acuerdo a la información compartida por Salud Pública, en los casos iniciales, la infección se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados.
En tanto, la transmisión secundaria (de persona a persona) puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias, lesiones cutáneas de una persona infectada y con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente, materiales de la lesión o por gotículas respiratorias, generalmente tras prolongados contactos cara a cara con el paciente.
Otra forma de contagiarse es por inoculación o a través de la placenta (viruela símica congénita), aunque no se ha podido demostrar que la transmisión de persona a persona por sí sola pueda sostener la infección por el virus de la viruela símica en los seres humanos.
Agregaron que, la infección se puede dividir en dos periodos, el de invasión, caracterizado por fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor lumbar, mialgias (dolores musculares) y astenia intensa (falta de energía) y luego está el de erupción cutánea, cuando aparecen las distintas fases de irritación, que por lo general llegan primero al rostro y luego se extiende al resto del cuerpo.
Las zonas más afectadas son el rostro (en el 95% de los casos), las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos).
Informaron que los “casos graves” se producen con mayor frecuencia en niños y su evolución dependerá del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la de las complicaciones que sufra.
La enfermedad suele ser autolimitada y los síntomas suelen resolverse espontáneamente en un plazo de 14 a 21 días. Los síntomas pueden ser leves o graves y las lesiones pueden causar mucha picazón y dolor.
Letalidad
La tasa de letalidad ha variado mucho en las distintas epidemias, pero ha sido inferior al 10% en los eventos documentados, sostuvo Salud Pública.
Resaltaron que, la mayoría de las defunciones se producen en los niños pequeños y, en general, los grupos de edad más jóvenes parecen ser más susceptibles a la viruela símica .
