No se trata de la mejor de las señales que no acaben de comenzar, pese a las múltiples denuncias de irregularidades, las cacareadas auditorías en torno a la construcción y la licitación de las plantas a carbón de Punta Catalina.
Para más desconcierto todavía ni siquiera se ha canalizado a la Dirección de Compras y Contrataciones Públicas la celebración de un concurso para seleccionar las firmas que analizarán los polémicos procesos.
Pero mientras se deciden las auditorías el ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, denunció que se han detectado irregularidades tan alarmantes en el sector como el pago de miles de medidores que no se entregaron ni están en almacén.
Si es así se supone que no existe el menor impedimento para solicitar una investigación.
De no ser así entonces no se ha manejado de la mejor manera el proceso sobre el conflictivo sector eléctrico. Por los muchos escándalos que se denunciaron se entendía que estaría entre los primeros en ser auditados por las nuevas autoridades. Pero la demora haría suponer que las tales irregularidades no eran de la magnitud que se le había atribuido.