La ausencia del PLD y Fuerza del Pueblo deja cojo el pacto de nación por la crisis de Haití suscrito ayer por el presidente Luis Abinader con una amplia representación de diferentes sectores.

La autoexclusión del PRD, que participó en las primeras discusiones, carece, por su estatura, de la dimensión que tiene la decisión de los dos más grandes partidos opositores.

La importancia del acuerdo no está en discusión. Si algo podría discutirse es si un pacto nacional ha debido suscribirse con la ausencia de dos organizaciones políticas representativas de un alto porcentaje de la población.

El presidente Luis Abinader convocó a la suscripción del pacto en marzo de este año, pero desde un primer momento los encuentros no contaron con la presencia de representantes del PLD y Fuerza del Pueblo. Abinader no ignoró la ausencia de los partidos opositores.

En torno a ellos dijo que tendrán siempre la puerta abierta y la silla preparada “para que participen en esta toma de decisiones que, como dije, no debe tener ningún sesgo partidista, sino un sesgo nacional”.

Los partidos opositores han basado su ausencia en el diálogo y la firma del acuerdo precisamente en razones electoralistas. Dicen que el Gobierno procura réditos políticos con un pacto frente a una crisis que no se ha manejado adecuadamente desde el poder. Lo cierto es que la ausencia de la oposición de cualquier pacto nacional será siempre una interrogante.