POR: Efraim Castillo
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Es bueno apuntar que el moderno etiquetado de las botellas de vino debe ese favor a Philippe Rothschild, quien en 1924, luego de haber heredado las bodegas del Château Mouton Rothschild “Premier Cru”, encargó al ilustrador Jean Carlu el diseño de la etiqueta para la producción de aquel año.
Otras cepas importantes de Francia son: Cabernet Sauvignon, materia prima de los vinos de Bordeaux (la que suele mezclarse con la Merlot y de tiempo en tiempo con la Malbec; Cabernet Franc, Shirac, Sauvignon blanc, Semillon, Grenache o Garnacha (de origen español), Chenin blanc, Muscat o Moscatel, Pinot blanc (emparentada con la Chardonnay, y que en Italia da la extraordinaria variedad Pinot Grigio), Chenin noir y la Folle blanche, entre otras.
La appellation controlée fue instituida en Francia en la década de 1930, por los desórdenes producidos por los conflictos políticos y las guerras, los cuales acarrearon adulteraciones, fraudes y una enorme sobreproducción.
De estas cepas francesas —y sus descendientes americanos y australianos— se produce el grueso de los vinos del mundo.
Alemania produce orgullosamente vinos procedentes de las cepas que crecen en las riberas del Rin y el Mosela: Sylvaner, Traminer (oriunda de Alsacia), Müller-Thurgau, la famosa Riesling y la Kerner, una formidable representación de la nueva generación vitivinícola alemana.
Las principales cepas para la elaboración de vinos en España —excluyendo las francesas— son la Tempranillo (y sus variedades producidas por los suelos), la Garnacha, la Viura, Cariñena, Palomino fino, Verdejo, Pedro Ximenez, Monastrell, Albillo y Albarino, entre otras.
La parte occidental de la Península Ibérica, donde se ubica Portugal, produce vinos incomparables, como los Oporto, elaborados a partir de las cepas Touriga Nacional, Touriga Francesa, y las tintas Barroca, Cao y la Roriz (una variedad de la Tempranillo), y la Verdelho (base fundamental de los apreciados vinos de Madeira), entre otros.
En Italia, están las cepas Nebbiolo del Norte, Barbera del Piamonte, la Dolcetto, Schiavva, Sangiovese, Albana, Treviano, Garganega, Corvina, Rondinella, Molinara, Canaiolo, Malvasía, Sagrantino, Falanghina y Verdicchio, entre otras.
He aquí una síntesis de la evolución de la vid y del vino en la historia:
• Las parras y ciertas escenas supuestamente relacionadas con el vino en el bajo relieve de Ur (2,500 mil años a.C.).
• Los egipcios introducen el vino en los servicios fúnebres (2 mil años a.C.).
• Se publica el recetario “El Papiro de Ebers” en XVIII Dinastía egipcia.