Johnny Ventura, en vida, procuró perpetuarse en el tiempo con la orquesta de sus hijos, denominada “Los Potros”, porque él era El Caballo.

Y no se pudo, porque El Caballo le hacía sombra a sus potrillos.

Demasiado fuerte era su estirpe, algo que nadie puede negar.

Pero desaparecido El Caballo, por un tema de vida, El Legado ha quedado para ahora y para la historia.

Jandy Ventura, como heredero natural de la estirpe, se inscribe ahora con los máximos honores en defensa y representación de la gran imprenta de su padre.

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Presente en todos los grandes espectáculos y conciertos que se presentan en el país, demostrando su esencia genética como heredero del más grande merenguero de todos los tiempos de República Dominicana y del mundo.

Pienso que debe estar esta orquesta entre las nominadas a los más grandes premios del arte.

Que se le debe considerar, y si se quiere premiar, como Orquesta del Año.

Legendar a una figura como la de Johnny Ventura, y hacerlo con tanto éxito, donaire, capacidad y entrega a la causa, no es fácil.

Johnny Ventura vive, no ha muerto, porque está en su legado.

Por: Joseph Caceres
josephcaceres.net