Opinión Articulistas

Urgente y necesario

Urgente y necesario

Pablo del Rosario

La expresión que intitula estas líneas me induce a referirme al tema de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana. Esto así, porque siento que el país está desprovisto desde hace algún tiempo de la protección de su patrimonio y el control en el uso de los fondos públicos.

Como es bien sabido, la Constitución Dominicana establece en la parte inicial de su artículo 248, lo siguiente: “La Cámara de Cuentas es el órgano superior externo de control fiscal de los recursos públicos, de los procesos administrativos y del patrimonio del Estado. Tiene personalidad jurídica, carácter técnico y goza de autonomía administrativa, operativa y presupuestaria”.

Dada la importancia y el impacto negativo que tiene para el país, no contar con los servicios arriba señalados, la Cámara de Cuentas, órgano designado por la Constitución Dominicana para suplirlos, en la actualidad está desarticulada, y, no ha rendido su labor ni siquiera mínimamente. Por lo que, la fiscalización y el control fiscal brillan por su ausencia, dando lugar al dispendio en la administración pública, y, a que la corrupción campee por su fuero.

La situación precitada, daña sensiblemente la estabilidad económica y social del país, toda vez que disminuye los recursos destinados a satisfacer necesidades básicas muy urgentes, tales como: salud; educación; agua potable; vivienda; seguridad ciudadana y otros tantos en los sectores más carenciados del país. Además, el deterioro político se expresa en la pérdida de credibilidad por parte de la ciudadanía en el órgano fiscalizador.

Afortunadamente, la fecha para elegir un nuevo Pleno en la Cámara de Cuentas está a la vuelta de la esquina. Siendo así, corresponde esperar que lo establecido en la parte final del artículo 248, de la Constitución Dominicana, se cumpla con apego al interés nacional, el sentido común, la ética y la imparcialidad política. Cito: “Estará compuesta por cinco miembros, elegidos por el Senado de la República de las ternas que le presente la Cámara de Diputados, por un periodo de cuatro años y permanecerán en sus funciones hasta que sean designados sus sustitutos”.

Si así lo hicieren… Dios y la sociedad los premie, de lo contrario… se los tome en cuenta.