Mientras el gobierno se gana el respeto de la población, la oposición da palos a ciegas, desconectada de la realidad social y económica, cuyos cambios se manifiestan en la calidad de vida de los dominicanos. Lo cual incluye un nuevo lenguaje, con preguntas y respuestas distintas, a tono con una nueva generación e ideas políticas. Un jefe de Estado que esté al lado de su gente, sobre todo en situaciones de calamidad y desastre como este, es lo que el pueblo espera.

Embarcado en una campaña de ataques y denuncias falaces y desproporcionadas, uno que otro congresista y dirigente opositor, se distancia de las verdaderas aspiraciones y necesidades del pueblo. Sin reparar en los daños dejados, no aciertan en propuestas viables, que puedan dar consistencia a su discurso. Aplazar el año escolar so pretexto de utilizar los planteles como refugio es una de las lindezas y despropósitos que esgrimen como recurso de cuestionamiento a gobierno.

Empeñados en cuestionar todas las acciones del Gobierno, se distancian de la realidad política y social, palpable ahora en la sincronización e inequívoca unidad en la relación de Abinader y la población, segura y confiada en un gobernante dedicado en cuerpo y alma a escuchar y atender sus demandas e inquietudes. Presto a dar la cara e involucrarse de lleno en situaciones de crisis y catástrofe, como hizo antes y después del paso de la tormenta Fiona.

Cada dominicano, cada familia, cada comunidad, en todo el país, se siente representada y protegida y cuidada por el Presidente. Un estadista de los pies a la cabeza, que no escatima esfuerzo para estar presente, atento, como también lo hizo para combatir y superar las serias amenazas del Covid 19. La Organización Mundial de la Salud reconoce a la República Dominicana como uno de los primeros países que manejó con más destreza e inteligencia la pandemia