El premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, quien falleció ayer a los 89 años en Lima, Perú, fue uno de los más grandes exponentes de las letras a nivel mundial. Sus obras le aseguran un lugar privilegiado en la galería de los más grandes escritores de todos los tiempos.
Novelas como Conversación en la Catedral, Pantaleón y las visitadoras y La fiesta del chivo simbolizan su rica producción literaria.
Pero Vargas Llosa, a quien en mayo de 2023 el presidente Luis Abinader le concedió la nacionalidad dominicana, fue también una figura polémica.
Con La fiesta del chivo y su artículo “Los parias del Caribe”, en que fustigaba la sentencia 168-13 sobre la nacionalidad dominicana, el afamado escritor provocó ronchas en el país.
No faltaron quienes propusieron declararlo no grato y condenaron que Abinader, a pesar de los grandes méritos literarios, le concediera la nacionalidad dominicana.
La novela La fiesta del chivo también fue duramente criticada por distorsionar factores relacionados con la muerte de Trujillo, en cuyo asesinato se inspira la obra. Vargas Llosa declaró en múltiples ocasiones su predilección por este país, donde pasó y dijo que quería pasar más tiempo para disfrutar de la tranquilidad y completar algunos proyectos.
Desde 2024 el escritor se había retirado de la vida literaria y cesó los artículos que escribía en el diario español El País. Con su muerte, Perú, España, República Dominicana y todos los países pierden a un digno representante de las letras.