A finales del 2014 el quebrando Banco Peravia llegó a una situación de iliquidez, hasta el punto de que cada siete días se desencajaba, lo que creó una inestabilidad en la capitalización de la entidad, que impedía solventar los intereses de los ahorristas y cumplir reglamentación monetaria, explicaron técnicos de la Superintendencia de Bancos.
Durante el juicio de fondo que se sigue en el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional a ocho procesados por el fraude de 1.600 millones de pesos cometido en la referida entidad, los especialistas en supervisión bancaria Melchor Aquiles Cabral Medina y Dafne Celina Alsina Pérez narraron la trama fraudulenta cometida por los directivos del banco para defraudar a cientos de ahorristas y a las autoridades monetarias y financieras.
Al deponer como testigo a cargo en el tribunal ambos coincidieron en que en la entidad de intermediación financiera se hacían préstamos ficticios para engañar a las autoridades monetarias, escondiendo la falta de liquidez que se agravó a finales del 2014.
Precisaron que el banco se desencajaba constantemente, lo que obligó a las autoridades monetarias y financieras a intervenirlo.
En República Dominicana el encaje legal es de 20%, es decir que si el banco comercial recibe depósitos por 100 pesos, debe guardar 20 en el Banco Central y entonces prestar o negociar los otros 80 pesos a los cuales debe sacarles suficiente rentabilidad.
Cuando las reservas bancarias son mayores que las reservas mínimas se dice que el banco está sobre encajado, pero si las reservas son menores que el porcentaje mínimo entonces el banco está desencajado.
Suplantación de identidades y préstamos ficticios fueron parte de la trama fraudulenta orquestada y encabezada por los venezolanos José Luis Santo y Gabriel Jiménez Aray en el banco, quienes se encuentran prófugos.
“El banco se desencajaba constantemente cada cinco o seis días y a la semana o, a los diez días volvía a lo mismo, depositaban dinero y se encajaba y entre pocos días volvía a desencajarse”, refirió Cabral Méndez a quien le tocó supervisar la sucursal del banco en Baní.
Testigo
La testigo Alsina Pérez, especialista en riesgo de liquidez, narró con lujo de detalles todo el entramado fraudulento llevado a cabo en el Banco Peravia por directivos, como robo de identidad para crear créditos fraudulentos, otorgamiento de créditos sin garantías para beneficiar a directivos y vinculados vía terceros.

