Hoy, tercer domingo de noviembre de cada año, se reconoce como Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de los Accidentes de Tráfico.

Para nuestro país que ostenta la vergonzosa estadística de ser el país con la mayor tasa de muertes por esta causa, es una oportunidad para llamar, la atención a la escala de devastación económica, y de sufrimiento de las víctimas de accidentes de tráfico.

En el país, estamos frente a una epidemia, en donde se registran alrededor de 2500 muertes por accidentes de tráfico cada año. (En promedio 6.8 muertos cada día). Sobrepasando ya, al SIDA, la malaria y la tuberculosis. La mayoría de las víctimas (63%) son personas jóvenes, comprendidas entre los 15 y 29 años, que circulaban en una motocicleta.

Detrás de estas estadísticas hay padres, hijos, hermanos, compañeros de trabajo y amigos. Su sufrimiento no es solo emocional; los accidentes de tráfico a menudo asestan también un duro golpe económico a las familias, que muchas veces se ven abocadas a la pobreza bien por la pérdida de uno de los miembros que contribuyen a su sustento o por los gastos asociados a la pérdida de ingresos y a la atención médica prolongada.

En este Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, hagamos lo posible para que las carreteras sean más seguras. Medidas preventivas como: Uso el casco protector, uso del cinturón de seguridad, no conducir bajo los efectos del alcohol, no uso del teléfono móvil cuando manejas, y hacer efectivas las multas a los trasgresores, contribuirán a salvar miles de vidas.

Los accidentes de tráfico son una amenaza real para ti y tu familia. Hoy, cinco madres no verán a sus hijos regresar vivos al hogar. ¡Basta ya!, al elegir nuestros próximos gobernantes, consideremos solo aquellos que ofrezcan propuestas serias y enérgicas, destinadas a mejorar la seguridad de todos los usuarios de la vía pública.