Dice el doctor Julio Hazim que la nación salió perdiendo con la designación del doctor Wilson Gómez Ramírez como juez del Tribunal Constitucional. Lo dijo en televisión el lunes pasado, pero no como quien deja caer algo, sino que lo argumentó. Y adujo razones tan convincentes que era para pensar que lamentablemente tiene razón.
Al momento de ese nombramiento, Gómez Ramírez ocupaba la Dirección Nacional de Registro de Títulos. Antes se desempeñó como registrador de títulos en el Distrito Nacional y en San Cristóbal. Desde esas funciones ha librado duras batallas contra la corrupción en relación a documentos de propiedad de la tierra.
Vino de Barahona a la Capital para hacerse profesional, como viene la gente buena de los pueblos. Para crecer como persona, mejorar la vida y acumular méritos por el trabajo y las buenas acciones. Promueve las ideas de Juan Pablo Duarte y educa sobre los símbolos patrios.
En 2001 publicó el libro Simbología Patriótica de la República Dominicana, que contiene lo que necesita saber un ciudadano acerca del Himno, la Bandera y el Escudo nacionales. Sobre el mismo (15-10-01) publiqué en la revista Ahora, el artículo La pasión de Wilson Gómez, del cual reproduzco un párrafo.
Como ven, se trata de una pasión que no busca beneficio personal. Quizás un día el autor coseche provecho político y si así ocurriera bien ganado será, pues falta decir que la clase política criolla no anda muy empapada de estos asuntos. En eso no radica su pasión. Ignoran que el sentimiento patriótico engrandece el espíritu humano.
El pasado año se festejó en España el 150 aniversario de la promulgación de la Ley Hipotecaria, acontecimiento que reunió autoridades en Registro de Títulos de ese país y de Iberoamérica, con la presencia del Rey Juan Carlos. Gómez Ramírez representó a la República Dominicana.
Allí se le entregó la medalla de honor de parte del Colegio de Registradores de España. Antes había participado como profesor invitado en el X Curso Anual de Derecho Registral que organiza el Colegio de Registradores de la Propiedad, Muebles y Mercantiles de España.
El Tribunal Constitucional es un órgano de control jurídico-político, definido en el artículo 184 de la Constitución. Para ser uno de sus trece miembros, el doctor Gómez Ramírez ha dejado vacante la Dirección de Registro de Títulos, donde denunció y persiguió a falsificadores, entre ellos guardias, policías, abogados y empleados de la Suprema Corte.
Julio Hazim tiene razón. El área catastral pierde un servidor eficiente, que, en ejercicio de un derecho individual, asciende a una función de mayor relevancia. Con otros designados, la nación pierde, porque treparon gracia a la politiquería. Con Gómez Ramírez, se pierde por un lado y se gana por otro. No es lo mismo.