Milton Ray no coge corte
El Diccionario del español dominicano dedica tres páginas a la lista de expresiones formadas con el verbo “coger”. Con ello he descubierto la principal falla de esa publicación de la Academia Dominicana de la Lengua y la Fundación Guzmán Ariza: falta la locución “coger corte”, que tanto sabor criollo encierra.
En la década pasada, una diputada puso en el tapete la frase. No la vi al hablar, pero la imagino con la mano izquierda en la cintura y el índice de la derecha hacia arriba mientras proclamaba: “Yo no cojo corte, sólo recibo órdenes de la Máximo Gómez 25, parte atrás”. Ahí vivía su líder, Joaquín Balaguer. Ella presidía la Cámara.
Que el Diccionario de la Real Academia se ocupe del asunto, ni pensarlo, al menos en la edición de 2014, presentada formalmente ayer en el país. Pero la expresión adquiere otra dimensión a partir de su empleo por el presidente del Tribunal Constitucional, el académico Milton Ray Guevara.
Ray dijo al Listín Diario (2-2-2015) que “no coge corte”, ni “coge presión” de nadie; que es responsable de sus actos y que está dispuesto a afrontar sus consecuencias. Parece que la expresión solo se usa en forma negativa. Nadie confiesa que coja corte, siempre se advierte que quien habla no incurre en tal práctica.
Mi cortedad de entendimiento me impide acceder a todo el valor semántico de la expresión. Especulo que “no coger corte” es como estar inmune de maldades, blindado a las críticas, protegido de la peste que devasta en la noche y de las flechas que amenazan en el día, como reza el popular salmo 90 (Vg).
¿O será que quien proclama “no cojo corte” estará expresando lo mismo que quien dice: “yo no le como pendejá a nadie”? Luís Díaz cantaba respecto del mítico Liborio: “Dicen que Liborio es malo/ Liborio no es malo na/ a Liborio lo que le pasa es que no come pendejá”. Díaz llevó con maestría el lenguaje de la calle a su música.
Corte es palabra polisémica. El Diccionario la define como acción de cortar, herida. Corte es la residencia de los soberanos -Dios nos libre de esa peste-. Corte es también un organismo arbitral, ejemplo: la Corte Constitucional. Los historiadores llaman “corte” a la matanza de haitianos ordenada por un tirano que no cogía corte.
Que no pase con “no cojo corte” como ocurrió cuando la usó la diputada llanera. Los académicos de la lengua deben prestar atención a tal registro lexical en boca del magistrado Ray. Es una excelente cita de autoridad para ingresar al Diccionario fraseológico que prepara la Academia Dominicana de la Lengua. Este uso “fija y da esplendor” a la expresión.