Deportes

Siempre con la verdad

Siempre con la verdad

Ramón Rodríguez

Jaime, Leo y La Barranquita
Aunque ahora estamos recibiendo los embates con mucho mayor fuerza, hace ya algunas décadas que el filósofo francés Jean Francois Lyotard había advertido en su monumental obra “La condición postmoderna” que el hombre se encaminaba a un individualismo irreversible, pues más que interesarse en la historia y en los grandes relatos que enervan nuestros sentimientos patrios, el hombre postmoderno prefería a acomodarse al dinero sin importar las tendencias.

Los planteamientos de Lyotard cobran vigencia con la actitud asumida por el Movimiento Deportivo Nacional ante el infortunio que ocurre con el complejo deportivo la Barranquita y una sociedad incapaz de dar respuestas a los delincuentes que se roban ese patrimonio nacional.

Aunque es al Comité Olímpico Dominicano y al movimiento deportivo nacional en su estructura piramidal a quienes les corresponde emprender verdaderas jornadas de luchas en favor del rescate de esas instalaciones deportivas, que con gran entusiasmo construyó el gobierno del doctor Salvador Jorge Blanco para los XV Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1986, dos grandes dominicanos ya están en la historia como genuinos defensores de ese pulmón deportivo, me refiero a Leo Corporán, editor deportivo del periódico “El Nacional”, quien tiene décadas exigiendo protección para dichas instalaciones, a la vez que ha propuesto planes concretos a través de su columna “Te Enteraste” para el cuidado de las mismas y ha exigido sin temor que sean apresados los saqueadores de dicho complejo, que aunque está en Santiago, es un patrimonio de la Nación.

En cuanto al ministro de deportes Jaime David Fernández Mirabal, la mezquindad llega al cielo, pues no se le ha reconocido, que ademas de hacer grandes inversiones para rescatar la Barranquita y casi todas las instalaciones del país, ha sido el único ministro de deportes que ha sometido a la justicia a los invasores de ese patrimonio. Jaime no ha recibido el respaldo del Procurador Francisco Domínguez Brito, ni del sindico de Santiago Gilberto Serulle, ni de los candidatos que aspiran a posiciones en Santiago. Ha sido un llanero solitario en esa valiente lucha.

Pienso que el tema de la Barranquita debió ser el punto de inflexión para una gran unificación del Comité Olímpico Dominicano, todas las federaciones, los clubes, en fin, el Movimiento Deportivo Nacional, todos, en torno a Jaime David y su justa lucha.

unca ocurrió y si alguna vez se solidarizaron, no fueron consistentes. Luisin Mejía se ha pasado cuatro años »cabildeando» el decreto de cancelación del ministro de deportes y Jaime David se ha pasado cuatro años enviando señales »amenazadoras» del mal manejo de algunos federados al liquidar los recursos del Estado. Nunca lograron un punto de equilibrio para una agenda común.

Todavía estamos a tiempo de solidarizarnos con el ministro de deportes Jaime David Fernández Mirabal y Leo Corporán en esa lucha que han sostenido en defensa de la Barranquita. Es una vergüenza nacional que el Estado dominicano se haya cruzado de brazos.

El Nacional

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