El 2015 ha sido un año marcado por la violencia con las tristes secuelas de lamentables pérdidas de vidas, y familias desgarradas en el dolor. Pero, sin duda, lo preocupante también es la violencia política generada por la ambición desmedida del poder, cuyos responsables, el PLD y aliados, nunca han tenido la voluntad de aprobar la ley de partidos y la ley electoral.

Las primarias del PLD celebradas para elegir un puñado de candidaturas así lo demuestran. Importantes dirigentes de esa organización han denunciado que dirigentes contrataron a sicarios para confrontar a sus propios compañeros, y no hay una sola acción del gobierno para investigar y sancionar estos actos de inconducta política.

El ministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, en su libro “Relatos de la vida de un desmemoriado”, dijo que el proceso de restablecer la reelección consecutiva, fue ¨mercantilista, una operación de venta de votos contaminante del proceso que he defendido”. En pocas palabras, Danilo Medina, a quien el Estado venció en las primarias del PLD en 2008, impuso la misma mecánica para satisfacer su hambre de poder y vulnerar la Constitución y la democracia.

La diferencia notable lo ha sido el PRM, nacido tan solo hace 11 meses, pero que con voluntad, trabajo y unidad, ha sacado adelante su proceso interno de forma extraordinaria. Hoy, el PRM es el único partido grande de la República Dominicana que ha elegido a su candidato presidencial en las urnas. El PLD, sencillamente no puede decir lo mismo.

Para rematar, el PLD prepara un nuevo golpe al bolsillo de las y los dominicanos. Volviendo del feriado de fin de año, veremos cómo el costo de la vida volverá a aumentar, producto de un nuevo incremento del precio de los productos a causa de la mal llamada reforma fiscal del año 2012, directa consecuencia del déficit fiscal más colosal que la historia haya registrado.

Por eso luchamos por derrotar la antidemocracia y recuperar la esperanza, de la mano del cambio y la renovación, de la mano de Luis Abinader como presidente de la República, porque no concebimos castigar a una población que gana lo mínimo en medio de un clima de violencia y de ausencia de servicios básicos. El 2016 es el año en que todo cambiará para mejor y para siempre. Juntos lo vamos a lograr. ¡Feliz 2016!