Caamaño Deñó
A 50 años de su asesinato al frente de un foco guerrillero en Nizaíto, San José de Ocoa, abundan las interrogantes sobre la desaparición física del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Con la versión del asesinato y la presentación de su cadáver se abrió el velo de misterio que todavía hoy rodea la muerte del líder de la revolución de abril de 1965. Caamaño Deñó había desembarcado por playa Caracoles, Azua, con otros ocho acompañantes en expedición guerrillera contra el gobierno del presidente Joaquín Balaguer.
El 16 de febrero de 1973 fue abatido en una alegada confrontación con efectivos del Ejército. El cadáver no fue entregado a los familiares y jamás se ha dado cuenta de su destino.
En una conversación con el periodista, escritor y diplomático Cándido Gerón, Balaguer se lavó las manos sobre la muerte y los restos de Caamaño Deñó y dijo que la decisión final la tomaron asesores estadounidenses y la cúpula de los institutos armados.
A Caamaño Deñó se le considera un héroe nacional por encabezar la revuelta de abril de 1965 en demanda del retorno al poder del profesor Juan Bosch, quien había sido derrocado por un golpe de Estado en 1963, y resistir la intervención estadounidense.
Puedes leer: Al cumplirse 50 años muerte de Caamaño piden localizar su cadáver
Con los homenajes oficiales al coronel de abril, como también se le denomina, sería importante determinar cómo realmente murió y lo que pasó con sus restos. Acabar con el misterio.
