El primero de enero de 1962 inició sus funciones administrativas y legislativas el primer gobierno colegiado formado en el país en el pasado siglo: el Consejo de Estado que encabezó el doctor Joaquín Balaguer.
En la oportunidad se vivía una etapa de agitación política porque a lo más interno del pueblo había pasión por volver a respirar la libertad que durante 30 largos años se le había negado.
El propio Balaguer fue uno de los primeros en alentar un proceso de democratización, debido a la presión generalizada, a tal efecto, y en común acuerdo con Ramfis Trujillo, envió al exterior al licenciado Emilio Rodríguez Demorizi a conversar con los políticos en el exilio, profesor Juan Bosch y doctor Juan Isidro Jiménes Grullón, para que promovieran el regreso de los exiliados y las actividades de grupos opositores.
La primera avanzada en llegar al país la integraron Angel Miolán, Ramón A. Castillo y Nicolás Silfa, altos dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quienes, paradójicamente, poco tiempo después se desligaron de esa agrupación política.
No obstante la apertura democrática anunciada por Balaguer una profunda crisis política continuó azotando el país y a fines de noviembre de ese año se decretó una huelga general contra el Gobierno, movimiento que duró once días consecutivos.
Las continuas conversaciones entre representantes de Balaguer y la oposición, encabezada por la Unión Cívica Nacional, no tuvieron resultados.
Finalmente, y luego de la intervención de representaciones de la Iglesia Católica, empresarios, comerciantes y organizaciones laborales se acordó reformar la Constitución para dar paso a un Consejo de Estado presidido por Balaguer y compuesto, por los licenciados Rafael F. Bonelly y Eduardo Read Barreras, primer y segundo vicepresidentes; doctor Nicolás Pichardo, Antonio Imbert Barreras, Luis Amiama Tió y monseñor Eliseo Pérez Sánchez, miembros.
Dos semanas después este gobierno colegiado fue depuesto por el general Pedro R. Rodríguez Echevarría, a la sazón jefe de las Fuerzas Armadas. En sustitución del Consejo, a instancias del propio Balaguer, fue constituida una Junta Cívico-Militar, que se juramento el 17 de enero de 1962, encabezada por el licenciado Humberto Bogaert, presidente, y los miembros Armando Oscar Pacheco, Imbert, Amiama, y los oficiales de las Fuerzas Armadas Enrique Valdez Vidaurre, Wilfredo Medina Natalio y Neit Nivas Seijas.
Pero un día después, el día 18, esta Junta, en la que se abstuvieron de formar parte los dos sobrevivientes en el complot contra Trujillo, fue derrocada por carecer de apoyo popular.
Oficiales del Ejército Nacional redujeron a prisión a Rodríguez Echevarría y repusieron al Consejo de Estado, sin el doctor Balaguer, Bonnelly asumió la presidencia del cuerpo colegiado, y el doctor Donald Reid Cabral fue llamado a formar parte del organismo. Posteriormente renunció el licenciado Read Barreras y fue sustituido por el doctor José A. Fernández Caminero, alto dirigente de la UCN. Las vicepresidencias fueron ocupadas por el doctor Nicolás Pichardo, la primera, y Reid Cabral, la segunda.
Previamente fuerzas combinadas del Ejército y la Aviación ametrallaron el local de la UCN, frente al parque Independencia, con saldo de varios muertos y decenas de heridos.
Balaguer se refugió en la Nunciatura Apóstolica, a pocos metros de su residencia de la avenida Máximo Gómez, y tres meses después se le permitió salir del país, no obstante la sistemática oposición de la dirigencia de los cívicos. El Consejo de Estado se dedicó a organizar el país para las elecciones del 20 de diciembre que fueron ganadas ampliamente por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).