Opinión

A rajatabla

A rajatabla

El país de los nietos.-

La mejor gestión de Gobierno siempre será aquella que se esfuerce por garantizar prosperidad, justicia e inclusión social en favor de los nietos y de sus hijos, porque eso significa que gobierna para el futuro, y no de lo comido por lo servido o para remendar o zurcir problemas coyunturales.

Gobernar para los nietos significa invertir en la educación, salud, medioambiente y preservación de las cuencas pluviales, infraestructura vial, viviendas, capacitación, seguridad ciudadana, así como promover crecimiento económico y estabilidad monetaria.

Si desde ahora mismo se trabaja en fortalecer el régimen de derecho, gobernanza, respeto y aplicación de la ley y del debido proceso, entonces estaremos construyendo para los hijos de nuestros hijos un adecuado edificio social y de convivencia.

Para poder entender la necesidad y urgencia de gobernar pensando en nuestros nietos, solo hay que imaginarse cómo sería República Dominicana dentro de 15 años, por lo que también hay que imaginarse cómo sería Haití en el 2032 y qué impacto tendría su población sobre el lado este de la isla.

Para ese tiempo, cuando la mayoría de los nietos de hoy ingresarán a la población económicamente activa, el número de habitantes de nuestro país sería de más de 12 millones de habitantes, confrontaríamos severo déficit de vivienda, escasez de agua, y mayor flujo migratorio de nuestros compatriotas.

Si Haití iniciara desde hoy mismo el despegue de su economía, su índice de pobreza y pobreza extrema, dentro de 15 años mantendría los mismos niveles relativos, con el agravante de que igual no tendría bosques ni ríos, ni agua y su población aumentaría en casi tres millones de habitantes.

No hay que ser pitonisa para prever que para 2032, la migración haitiana hacia República Dominicana sería muchas veces mayor a la actual por la sencilla razón de que la comunidad internacional le cerrará todos los caminos y sólo la frontera quedará abierta de par en par.

Las generaciones presentes están en la obligación de ayudar a construir la sociedad ideal que merecen nuestros nietos y sus hijos, porque sería una irresponsabilidad que por ambiciosos proyectos políticos o económicos coyunturales condenemos a la generación de los “millenials” a la terrible pesadilla de una migración incontenible o de tener que pelear por agua.

Es por eso que este Gobierno y los que vengan tienen el compromiso junto a la sociedad de trabajar día y noche en la construcción de una patria libre, soberana, próspera, solidaria, justa, sustentada en el derecho y la justicia, en la educación, promoción de valores, tecnología y emprendimiento. Ya desperté.