Opinión

Agradecimiento a las iglesias

Agradecimiento a las iglesias

Los ciclos electorales en la República Dominicana sufren por la falta de información para los votantes sobre los candidatos. Por lo general, estos no se molestan en realizar muchas propuestas y la prensa nacional nunca se ha sentido compelida a escudriñarlos, es por ello que los votantes estamos a ciegas al momento de tomar nuestra decisión de voto.

El anuncio de las iglesias, tanto evangélicas como la Católica, de preparar un listado de candidatos que ellas definen como “pro-gay, pro-aborto y anti-patria” abre la posibilidad de que tengamos un documento que sería una excelente herramienta para que los votantes podamos identificar a los candidatos que son anti-discriminación, pro-educación sexual y reproductiva y anti-racismo, por los cuales podamos depositar el voto para avanzar al país más allá del medioevo social en el cual nos encontramos.
Se debe defender el derecho de las iglesias cristianas, así como de cualquier religión, a ser retrógradas, discriminantes, ofensivas y pregonar todo lo contrario a lo que, según la Biblia, enseñó Jesucristo, como parte del derecho fundamental a la libre expresión que nos corresponde a todos por el simple hecho de ser humanos.

Más aún, debemos celebrar este esfuerzo, si bien muy puntual, de las iglesias de ofrecer mayor información al público votante sobre las posturas sociales de algunos de nuestros candidatos, supliendo la falta de esfuerzo hasta ahora demostrado por nuestra prensa.

Se debe valorar la valentía que se requiere para asumir una postura política basada en principios, indistintamente de que esta sea popular o no con los pastores o sacerdotes del momento, en una sociedad donde cerca de un 90% de la población dice ser cristiana. La defensa de los principios de la igualdad de trato, al acceso a la educación y a la salud o a la no discriminación por cualquier causa, puesto por encima de aprovechar cualquier oportunismo político para apaciguar a las iglesias es un valor admirable en cualquier candidato y por si solo una razón más que válida por la cual recibir un voto.

Al final es de esperar que los cristianos reales se apeguen al mensaje de amor y tolerancia que según el Nuevo Testamento profesaba Jesucristo para el prójimo, indistintamente de su clase social y condición. Es más probable que los verdaderos cristianos que ocupen los asientos en los templos donde se lea la tan mentada lista se identifiquen más con el Jesucristo que se hizo espacio entre prostitutas, enfermos y los rechazados repudiando a los pastores y sacerdotes de su tiempo, antes que a identificarse con los hombres que aprovechan el púlpito para pregonar odio y desprecio dentro de lo que, en teoría, debería ser la casa de Dios.

De todas formas debemos valorar el esfuerzo que realizan nuestras iglesias para preparar ese listado en favor de los electores. Si hay algo peor que un votante comprado es un votante desinformado, de ahí que este aporte de nuestras iglesias resulta más que bienvenido para que un país tan necesitado de igualdad, educación, salud y prudencia pueda votar a los candidatos que estas identifiquen como anti-discriminación, pro-educación sexual y reproductiva y anti-racismo. A ellas les extiendo mis agradecimientos.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación