Nochebuena
Esta es la Nochebuena 29 que ha pasado existiendo esta columna. En muchas de ellas su sentido lo hemos comentado y seguramente no he hecho más que repetirme. Hoy, exactamente en Nochebuena, quiero aprovecharme del sentimiento receptivo y positivo que la fecha provoca en los dominicanos para exhortarles persistir en ser buenas personas. Precisamente esta Nochebuena 2015, con la degradación en todos los órdenes de la sociedad dominicana, este pedido se ha vuelto más difícil de satisfacer.
El mismo Jesús, por cuyo nacimiento se hace esta celebración, planteó:“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.» (Mateo 7:13, 14).
En cierta manera lo que les estoy pidiendo es que no escojan la vida fácil, que no se dejen llevar por los malos ejemplos que hoy resultan comunes en la sociedad dominicana, que miren hacia esa frase de Jesús y busquen la manera de tener una vida digna aunque sea a costa de sacrificios, pero al final, cuando haya que recoger los frutos no puede haber una satisfacción mayor.
Como volví a leer “Cien años de soledad” a propósito de estar en la tierra de Gabo, y en base al tema en que estamos y de ñapa el curso que seguirá el país con las elecciones del 2016, les comparto esto, que es una reflexión a la que llegaron el General Moncada de Los Conservadores y el Coronel Aureliano Buendía, de Los Liberales.
“Llegaron inclusive a pensar en la posibilidad de coordinar a los elementos populares de ambos partidos para liquidar la influencia de los militares y los políticos profesionales, e instaurar un régimen humanitario que aprovechara lo mejor de cada doctrina”. (p/p118 y119).
Pasen una bonita Nochebuena, sobre todo en paz consigo mismos, que así lo intenta el que escribe “algo más que salud”.