Articulistas Opinión

ALGO MáS QUE SALUD

ALGO MáS QUE SALUD

José Díaz

Vamos a mejorar

Andrés se levantó de nuevo, ayudado por las cuerdas. Era la cuarta vez que lo tumbaba el campeón centroamericano del peso medio de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) Plácido Ortega, y Andrés pudo comprobar, en carne propia, porque le apodaban “Kid Tumba Paredes”.

Mientras intentaba ponerse de pie escuchó, como entre sueños, que alguien le preguntaba – ¿Puede seguir? No entendió mucho, pero inmediatamente le hicieron otra pregunta: – ¿Cómo usted se llama?; esta vez sí entendió y balbució – Andreé…, pero iba para el suelo de nuevo y el referee lo asió antes y lo llevó a su esquina. El referee abrió los brazos en señal de que Andrés no podía seguir, por suerte, para Andrés, la pelea había terminado y seguía vivo, pensó.

Llevaba diez de sus 28 años como boxeador, pero en cierta forma ya lo habían retirado, no le contrataban desde hacía nueve meses, pero su exentrenador lo había llamado la noche antes y le preguntó si quería ganarse cinco mil pesos en una pelea y no lo dudó un segundo, aceptó sin preguntar siquiera contra quien pelearía, necesitaba el dinero, tenía seis meses que no daba un golpe, y aunque Mercedes, su mujer, picaba algo lavando ropa, la estaban pasando negras junto a los dos muchachos.

En la mañana se enteró que pelearía contra el campeón, pues el contrincante de este se había intoxicado con un pescado, como quiera dijo que no importaba y prefería coger unos golpes que hacer lo mal hecho.

Había perdido un diente y estaba madurao a golpes. Mercedes lo recibió con el esmero que da el amor, mientras le decía, quedo al oído “Esto no va a volver a pasar y vamos a salir a camino porque tenemos un asunto que vale mucho: nos queremos y respetamos”.” Este es un cuento del que escribe “algo más que salud”.