La sensatez tiene que primar con respecto al alza general de salarios que promueve el sector sindical y que el presidente Luis Abinader dijo que estudiaba. Las necesidades del trabajador son más que obvias, pero el impacto que ha tenido en la economía la crisis sanitaria invita a las partes a actuar con madurez para evitar que el remedio pueda ser peor que la enfermedad.
Desde ya el sector empleador ha advertido que las condiciones no están dadas para el aumento del 40% de los salarios que plantean los representantes sindicales.
El vicepresidente ejecutivo de la Confederación Patronal de República Dominicana (Copardom), Pedro R. Rodríguez Velázquez, reaccionó en torno al problema salarial con mucha equidad al señalar que en la actual coyuntura el caso del salario mínimo debe abordarse con mucho cuidado para evitar malas consecuencias.
Por la incapacidad de empresas que han subsistido a duras penas y la misma crisis que ha afectado la economía, la vicepresidenta de la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD), Circe Almánzar, sostiene que el momento es para preservar empleos y evitar que una masa laboral quede fuera de la formalidad.
El salario mínimo en el sector privado no sectorizado va de 10,730 a 17,610 pesos mensuales. Con el empleo y el desempleo en juego frente a una crisis que ha dejado en la calle a muchas personas, el diálogo para abordar el problema salarial tiene que girar en torno a la realidad de la economía y no a supuestos.
