Con el dengue, el coronavirus y la tradicional carencia en los hospitales el sistema de salud arrastra las mismas limitaciones y precariedades de siempre. No por ello se debe dejar, sin embargo, vigilar y aplicar las sanciones de lugar a las empresas y profesionales que se apartan de las normas en la prestación de servicios.

Con el caso de los depósitos que reclaman a los pacientes algunos centros, seguros y prestadoras parece que existe un pulso entre las entidades y las autoridades.

El Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) ha vuelto a advertir que es ilegal la práctica de los establecimientos de cobrar depósitos o anticipos a los pacientes antes de ingresarlos par brindarles atenciones médicas.

En esta ocasión se ha instruido a la Silsaril para que agote el debido proceso con el objetivo de imponer sanciones a las prestadoras que dentro del Plan Básico de Salud se niegue a dar asistencia a algún paciente.

Además de indolencia es obvio la violación de las normas. Se sabe que es una utopía un ejercicio de la medicina como lo concibió Hipócrates, más en estos tiempos en que todo se comercializa, pero las leyes tienen que respetarse.